Una guía revela la descoordinación de las políticas de discapacitados

El colectivo más desfavorecido entre los discapacitados es el de las personas que sufren enfermedades mentales, "que cuentan con un número inferior de ayudas económicas y menos apoyo social". Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el Grupo de Indagación, Análisis y Trabajo (Giat) sobre la problemática de la discapacidad, en un proyecto impulsado por la Fundación Isonomía para la igualdad de oportunidades de la Universidad Jaume I de Castellón.

El trabajo ha consistido en la indagación de los recursos de los que disponen los discapacitados en la provincia de Castellón, con un análisis de todas las asociaciones existentes, de sus objetivos, de sus usuarios, de su personal, de los programas que desarrollan y de las actividades que realizan, para incluirlos en una guía, que ha sido realizada, entre otros, por discapacitados becados por la fundación.

Además de la localización del colectivo más desfavorecido, el trabajo ha hecho "evidente", según sus redactores, "la descoordinación entre las instituciones que trabajan a favor de las personas discapacitadas, lo que repercute en una falta de eficiencia en el aprovechamiento de los recursos".

Voluntarios

La guía lleva a cabo un análisis exhaustivo de los recursos que ofrecen instituciones y Organizaciones No Gubernamentales (ONG) a las personas con discapacidad física, psíquica, sensorial y enfermos mentales y a sus familiares. Así, han acudido a asociaciones, fundaciones, centros ocupacionales, colegios de educación especial, residencias y unidades de salud mental, entre otros, que ascienden a cerca de un centenar de entidades, gracias a la colaboración de la Fundación Mapfre Medicina, que ha financiado parte de esta obra en el Año Internacional del Discapacitado.

La guía refleja cómo muchas de las asociaciones no disponen de recursos y funcionan gracias a los voluntarios, mientras que la presencia de profesionales se limita a las más numerosas o arraigadas, y demuestra que las personas disminuidas físicas sólo cuentan con dos residencias en toda la provincia de Castellón. A partir de ahora, la guía servirá para que todos los discapacitados puedan reivindicar sabiendo exactamente cuáles son las carencias en cada caso. Además, el Giat considera que la efectividad de las leyes depende del intercambio de información entre los profesionales y los afectados.