La Mesa decide hoy si los letrados de la Cámara defienden a los tres imputados

La Mesa del Parlamento vasco celebra hoy una reunión, cuya convocatoria trató de mantener en secreto, para decidir si sus tres miembros acusados de desobediencia por la Fiscalía General del Estado ponen su defensa en manos de los servicios jurídicos de la Cámara. El equipo de letrados reiteró ayer al presidente de la Cámara, Juan María Atutxa que no hay impedimento alguno para ejercerla, según concluyeron en una reunión mantenida el martes.

La Cámara ya ha respondido también al requerimiento del Tribunal Superior vasco, con el envío el pasado lunes de la certificación que acredita la condición de diputados, y por lo tanto aforados, de su presidente, Juan María Atutxa; Gorka Knörr y Kontxi Bilbao, por lo que a partir de ahora ese tribunal puede decidir ya sobre la admisión o no a trámite de la querella.

El recurso a los letrados de la institución fue planteado el lunes por Atutxa pero chocó con la opinión desfavorable de socialistas y populares, que no desean que los servicios jurídicos de la Cámara se impliquen en la defensa de unas posturas que sólo representan a tres de los grupos del Parlamento autónomo.

Los propios servicios jurídicos estiman, por el contrario, basándose en el Estatuto del Personal y el Reglamento de la Cámara, que la querella de la fiscalía contra Atutxa, Knörr y Bilbao es consecuencia del ejercicio de sus cargos y que los tres afectados tienen derecho, como parlamentarios que son, a la asistencia legal institucional. En todo caso, los letrados dejan al criterio de la Mesa la decisión final de poner en sus manos la defensa o recurrir a abogados externos, una decisión que además es personal, por lo que cada uno de los imputados podría optar por una solución diferente, aunque políticamente el tripartito encuentra conveniente que la defensa sea conjunta.

"Credibilidad"

El secretario primero de la Mesa, el socialista Manuel Huertas, expresó ayer su deseo de que los servicios jurídicos de la Cámara "no se subordinen al poder político gobernante", lo que a su juicio estarían haciendo si asumen la defensa del presidente, el vicepresidente primero y la secretaria segunda. Si lo hacen, señaló en una nota, "habrán perdido toda credibilidad, empezando por la mía propia y se convertirán en meros apéndices de la estrategia de desobediencia" al Supremo y de "confrontación con el Estado que ha puesto en marcha el tripartito en el Parlamento vasco".

Huertas afirmó que el cuerpo de letrados del Parlamento no debe vulnerar el principio de neutralidad al que se deben: "No pueden actuar de manera parcial, al servicio de los intereses de una de las partes, la representada por el nacionalismo" e IU.

El secretario segundo de la Mesa argumentó que defender a Atutxa, Knörr y Bilbao supondría "dejar en la más absoluta indefensión a la otra parte", en referencia a sí mismo y al represntante del PP, Carmelo Barrio, que han sostenido en el órgano de gobierno de la Cámara la postura contraria a la del tripartito. "Éste no es un conflicto entre el Parlamento vasco y el Tribunal Supremo, sino entre tres representantes parlamentarios de PNV, EA e IU y ese Tribunal", que a su entender están apropiándose de los órganos e instrumentos parlamentarios, incluidos los servicios jurídicos, para defender sus intereses de partido.