Chirac encarga un consejo sobre el velo a un comité de sabios
Jacques Chirac, el presidente francés, lanzará mañana un debate público en defensa de la laicidad, un principio inherente a la República Francesa que hoy aparece a la defensiva. Responsables políticos de todas las tendencias se han lanzado a una controversia sobre la necesidad de prohibir o no el velo islámico, en el contexto de las presiones que están produciéndose para que Dios se incorpore a la futura Constitución europea. En este momento clave, Chirac ha preferido nombrar una "comisión de sabios", encargada de formular recomendaciones tras escuchar a los sectores implicados.
Francia monta una comisión de este tipo cada vez que tropieza con un problema grave y siempre pone al frente a una autoridad moral. En este caso se trata del ex ministro centrista Bernard Stasi, actual Mediador de la República. Se trata de una de las bestias negras de la extrema derecha, por haber publicado el libro La inmigración, una oportunidad para Francia (1985) y haberse opuesto, por razones morales, a una alianza de la derecha con el Frente Nacional, de extrema derecha.
De este hombre no cabe esperar un simple dictamen sobre el velo islámico. La presencia musulmana en Francia supone alrededor de 5 millones de personas (entre el 7% y el 8% de la población total) y se estima en 700.000 el número de judíos. "El debate no puede limitarse al velo", dijo ayer, aunque nadie duda de que es la causa inmediata de su nombramiento. Erradicar el uso del velo conlleva el peligro de retroceder al tiempo en que las chicas que lo usaban eran expulsadas de la enseñanza pública; pero aceptarlo dará alas a los que pedirán la enseñanza del catolicismo en los centros públicos, en los que hoy no existe enseñanza religiosa. Una gran diferencia con los redoblados esfuerzos del Gobierno de Aznar a favor de esa materia.
Raffarin, bajo presión
"Es peligroso para nuestra paz civil que el Talmud sea conocido sólo por los judíos; los Evangelios, por los cristianos, y el Corán, por los musulmanes", escribe en Le Monde el presidente de la Unión de Estudiantes Judíos, Patrick Klugman, en una petición global de que se enseñe la historia de las religiones y se expliquen sus dogmas y ritos en la escuela republicana y laica. Por su parte, Daniel Rivet, asesor del ministro francés de Educación, pide la formación de imames musulmanes con cargo al presupuesto estatal. Menos del 10% de los imames que ejercen en este país son franceses y la mitad desconocen la lengua nacional, según el Ministerio del Interior.
Tras resistirse a legislar sobre el velo islámico, el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, se encontraba en las últimas semanas bajo la presión de los que le empujan a acelerar el proyecto de ley. Otros muchos problemas reclaman su atención -hoy mismo se enfrenta a una moción de censura socialista por la reforma de las pensiones- y el debate lanzado por Chirac le salva, por el momento, de tener que arbitrar sobre una ley que está lejos de suscitar consenso.
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