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El número de valencianos que acudió al cine creció en 2002 mientras descendía en España

El anuario de la SGAE refleja una menor asistencia al teatro y una expansión de la música

La evolución anual de las cifras referidas a las artes escénicas y musicales refleja, salvo en música popular, el paso cambiado de los valencianos respecto a las tendencias estatales, según se desprende del Anuario SGAE 2003 que ayer fue presentado en Valencia. Así, el número de espectadores del teatro aumentó en España, pero disminuyó en la Comunidad Valenciana, mientras que en el cine se produjo el efecto contrario. En general, en las artes escénicas fue el 2002 un año de "recuperación" a escala estatal, después de la crisis de 2001, frente a la estabilidad de Valencia.

En España, 2002 fue "el primer año en que se detuvo el crecimiento de la asistencia al cine, constante desde 1998", apuntó como dato relevante de tendencia Rubén Gutiérrez, director de Estudios y Mecenazgo de la Fundación Autor. La cifra de espectadores, sin embargo, creció en Valencia en 241.000, la recaudación en más de 5 millones de euros y el número de sesiones, en 65.000. El crecimiento del número total de pantallas continuó, como en el resto de España; pero "la reconversión del parque de exhibición aquí no ha tocado techo", señaló Gutiérrez, ya que los valencianos disponen de 2,6 pantallas por cine, mientras la media nacional supera las tres pantallas.

Otro dato relevante: My fair lady recaudó en Madrid prácticamente el triple que toda la actividad teatral en la Comunidad Valenciana. Y eso que aquí las representaciones aumentaron considerablemente, en más de 400 funciones, con respecto a 2001. También subió la taquilla, pero el número de espectadores descendió en más de 100.000. "Los espectáculos con un precio alto de taquilla concentran más espectadores", resumió el responsable de la Fundación Autor, quien también subrayó el gran nivel de infraestructura y actividad teatral en la Comunidad Valenciana. Las representaciones de ópera y zarzuela disminuyeron (de 91 a 85), al igual que el número de asistentes a las mismas (de 46.400 a 33.900). La danza, sin embargo, tuvo mejor suerte, puesto que se pasó de 56.000 espectadores de 2001 a los 92.000 del pasado año. En parte se atribuye a que "la nueva orientación del ciclo Dansa Circuit ha supuesto un incremento de espacios escénicos que programan danza".

En cuanto a conciertos de música clásica, la Comunidad Valenciana ocupa la segunda posición de España y el Palau de la Música es el cuarto del ranking nacional en recaudación. A pesar de ello, en 2002 disminuyó la recaudación (frente a la tendencia inversa estatal), aun creciendo el número de espectadores. Sólo en Alicante se elevó el número de asistentes a conciertos de música clásica.

El tirón de 'OT' y del FIB

Otro de los grandes apartados estudiados en el Anuario SGAE es el de la música popular. Aquí se observan similares tendencias en la Comunidad Valenciana y el resto de España en 2002, lo cual es una novedad. En efecto, si por algo se distinguía esta autonomía es por su "perfil propio" en cuanto a géneros, concretada en una importancia superior del jazz y de la electrónica, por encima de la situación nacional en ambas escenas.

En 2002, estos rasgos se han diluido, dando lugar a un panorama "dominado más que nunca por el pop-rock", un fenómeno al que no es ajena la avalancha de Operación Triunfo. Los tres conciertos de las estrellas de OT celebrados el año pasado en Valencia, junto con el de Elche, supusieron el 7,41 de la recaudación total en este apartado, sin contar los conciertos de estos artistas en solitario o por parejas.

Sólo la recaudación del Festival Independiente de Benicàssim (el 14,17 del total), hizo frente a la erupción OT. Por lo demás, la música popular creció en la Comunidad Valenciana en todos los frentes: espectadores, recaudación y conciertos.

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