La renta de los malagueños creció un 62% en los últimos siete años
Medel distingue entre falta de liquidez y riqueza de las familias
La economía malagueña ha tenido una evolución muy favorable en los últimos años, con tasas de crecimiento superiores a la media nacional y andaluza que, entre otras consecuencias, ha permitido que en apenas siete años la renta disponible haya crecido un 62%. Pese a que también ha aumentado el endeudamiento, el presidente de Unicaja, Braulio Medel, sostiene que las familias "son más ricas que nunca".
El estudio Málaga Economía y Sociedad elaborado por Analistas Económicos de Andalucía constata los excelentes indicadores en general de la actividad económica en la capital malagueña, que desde 1995 se ha incrementado en un 54% y apunta a que el área metropolitana de Málaga es la que ofrece mayores potencialidades de crecimiento en Andalucía en el horizonte del año 2010.
El crecimiento económico frenó su ritmo en 2002, y según el indicador compuesto que utiliza la consultora dependiente de Unicaja, fue en la ciudad de Málaga de 1,76%, ligeramente superior a la media de la provincia (1,17%) y netamente mejor que la media andaluza (-2%).
"Podemos sentirnos muy satisfechos de la evolución de la economía malagueña", proclamó Medel en la presentación del estudio, quien dijo que en los últimos siete años el crecimiento anual ha alcanzado siempre el 5%, aunque reconoció que desde 2001 ha habido una clara desaceleración sin que se produzcan aún atisbos de relanzamiento.
Medel llamó la atención sobre el hecho de que el empleo crezca más que la producción, lo que "lleva a la paradoja de que aparentemente la productividad está bajando o se está creciendo en los sectores menos productivos, lo que a medio plazo puede plantear problemas de competitividad".
El presidente de Unicaja discrepó de algunos análisis conocidos en los últimos tiempos en los que se apunta como un síntoma de debilidad el creciente endeudamiento de las familias. "No comparto que la situación sea peor, porque el 85% del endeudamiento corresponde a la adquisición de una vivienda y salvo en contadas excepciones las casas valen hoy más del valor que suman la hipoteca más la aportación primera de sus compradores". "Las familias son hoy más ricas, aunque tienen menos margen para consumir", apostilló, y pidió que no se confundan conceptos como liquidez y riqueza.
Y es que, según Medel, las características que presenta hoy el mercado de la vivienda -según datos de la Sociedad de Tasación, Málaga fue la capital española con uno de los mayores incrementos en el precio de las casas en el primer semestre del año, 30%-, convierten la posesión de ésta en un factor de riqueza.
El sector de la construcción aporta en torno a una tercera parte del crecimiento anual de la economía malagueña en los últimos cuatro años, así que una de las principales incógnitas de futuro son los límites de la frenética actividad constructora de los últimos años. "Es un elemento de vulnerabilidad si se desinfla el sector", admitió Medel, que no por ello lanza un pronóstico pesimista. Primero porque cree que la provincia de Málaga tiene aún "suelo suficiente para hacer un urbanismo de futuro y puede atender otro tipo de demanda". Y en segundo lugar porque, aunque el mercado de las viviendas se estabilice, el sector puede encontrar más que una compensación en la obra civil con los numerosos proyectos de envergaduras que están planteados, tales como el AVE, el metro, las nuevas rondas de circunvalación de Málaga, la autopista entre Las Pedrizas y Torremolinos o la ampliación del aeropuerto.
Tampoco el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, atisba amenazas en el panorama del sector de la construcción. Recordó que es la provincia donde más viviendas se acaban cada año, y dijo: "Lo que se construye en Málaga se vende, 40.000, 50.000 o 60.000, aunque habrá que abrir un debate para poner unos límites que sean compatibles con la garantía de un desarrollo sostenible, la competitividad pasa por la calidad".
Además, Medel considera que no se puede contemplar la construcción como una actividad efímera, especialmente en una zona donde el principal motivo de tanta actividad es la segunda residencia y donde una de cada tres viviendas se compra como inversión. "Quien compra una vivienda y no vive permanentemente aquí es una fuente de generación de servicios económicos muy importante".
El optimismo por el futuro económico de Málaga ha hecho raíces entre los malagueños de forma generalizada. La encuesta de expectativas realizada por Analistas recoge la opinión de que tanto la situación actual como las perspectivas de futuro son más favorables para Málaga que para el conjunto de Andalucía, y el 56% de los malagueños cree que la desaceleración económica de 2002 ha afectado poco a la ciudad. "Este indicador es muy importante, porque al final la economía se mueve básicamente por la confianza o desconfianza de los agentes", sentencia Medel.
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