Aguas de Alicante declara al juez por una gran fuga en un gasoducto

El Juzgado de Instrucción número 7 de Alicante tomó ayer declaración al responsable de Aguas Municipalizadas de Alicante, empresa que, a través de una subcontrata, propició un escape de gas mientras realizaba unas obras de conducción. Esta empresa, la subcontrata y Enagas están imputadas por un presunto delito de riesgo catastrófico.

La fuga se registró el 22 de marzo de 2002, cuando una pala excavadora que realizaba obras para la renovación de la conducción de agua potable en Rabasa, en la periferia de la ciudad, seccionó una de las principales conducciones de gas, en la calle de Fondo Piqueres. El tiempo de fuga se prolongó durante casi 56 minutos, extremo que originó situaciones de angustia entre los vecinos. Los afectados no pudieron regresar a sus casas hasta doce horas después. La Fiscalía de Alicante abrió una investigación para depurar supuestas responsabilidades en la rotura, que obligó a desalojar a cerca de medio centenar de residentes.

Según informó ayer Fernando Montalvo, abogado de la Asociación Divina Sagrada Familia de Rabasa, el representante de Aguas declaró ante el juez que la obra se hizo sobre un trazado de gas que "hacía un cambio inesperado" y que, por tanto, "no lo pudieron detectar".