Mayte Martín y Belén Maya recorren los palos tradicionales del flamenco
La cantaora Mayte Martín y la bailaora Belén Maya pusieron en común por primera vez su forma de entender el flamenco en Mayte + Belén, un espectáculo estrenado en 1997. En principio debía ser un encuentro concreto, pero la sintonía entre ellas las ha llevado a prolongar mucho más allá su colaboración. El jueves se presenta en el anfiteatro Grec un nuevo fruto de su trabajo conjunto, Flamenco de cámara, en el que ofrecen un recorrido por distintos palos tradicionales del flamenco, como los tientos, las alegrías, el taranto y la seguiriya.
Martín y Maya vuelven la mirada hacia atrás, a las raíces, en un espectáculo que conserva "lo bonito de la tradición, aquello que no necesita modernizarse". Pero no lo hacen con un purismo obsesivo, sino "con el baile moderno de Belén y mi forma también moderna de cantar", dice Martín. El suyo es un espectáculo creado a partir de la sencillez, de la sobriedad, "sin elementos que escondan matices ni artificios que disfracen el arte", apunta la cantaora. En él hay, según afirman, una gran armonía entre los distintos elementos, de modo que la música (creada especialmente para Flamenco de cámara) y el baile están íntimamente relacionados y el uno da sentido al otro. "Hemos potenciado el trabajo en equipo y el resultado es muy armónico, algo muy difícil en flamenco", señala Maya. Su compañera añade: "La música es muy buena, pero está hecha para algo que se ve y no nos merece la pena presentarlo por separado". Martín descarta así que se graben en un disco los temas del espectáculo.
Dos guitarras (Juan Ramón Caro y José Luis Montón), un violín (Olvido Lanza) y las palmas de Susana Medina y Ana Cali acompañan a Martín y Maya. Pero sólo actúan juntas en dos de los ocho palos reunidos; en el resto, las combinaciones son diversas, desde el trabajo unipersonal de Martín (en la seguiriya) y Montón (en el solo de guitarra), a la combinación de voz y guitarra de la guajira y el garrotín a la presencia de todos los intérpretes salvo el violín en la soleá y las alegrías.
Tanto Martín como Maya creen que el anfiteatro Grec es un escenario muy indicado para este espectáculo. A pesar de su gran aforo, Martín opina que es un espacio muy íntimo en el que, además, la visibilidad del espectador está garantizada gracias a la disposición de las butacas. Flamenco de cámara se estrenó en Jerez el pasado mes de marzo y llegará al Grec al día siguiente de su presentación en Granada. En octubre se verá en Madrid, dentro del Festival de Otoño, y en los próximos meses visitará Irlanda, Italia, Francia y Alemania, entre otros países.
