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Doce muertos en Chicago al ceder la terraza de un piso durante una fiesta

"Está claro que había exceso de gente", dice la madre de uno de los 50 jóvenes heridos

Doce personas, todas ellas jóvenes, murieron y alrededor de medio centenar resultaron heridas de distinta consideración en la madrugada de ayer en Chicago al hundirse, por exceso de peso, la terraza de estructura de madera de un segundo piso donde se celebraba una fiesta. La mayoría de las víctimas mortales estaban en la planta inferior, sobre la que se precipitó la masa humana del segundo. Algunos de los fallecidos perdieron la vida aplastados en el hueco de la escalera que conduce al sótano del inmueble.

El edificio siniestrado es una estructura típica de Lincoln Park, un barrio acomodado del norte de la ciudad, donde las atractivas fachadas principales se completan detrás con estructuras de madera que sirven tanto de acceso posterior a la vivienda desde el patio como de ampliación de zona habitable. El piso lo ocupaban dos jóvenes que habían organizado una fiesta sabatina en una zona de gran animación nocturna, vecina a la universidad de DePaul, muy nutrida de bares, clubes y comercios.

Jóvenes en la veintena

Declaraciones de testigos, familiares de víctimas y autoridades coincidían en atribuir la tragedia al exceso de ocupación de la terraza, pensada para aguantar el peso de no más de una treintena de personas y ocupada probablemente por más del doble, jóvenes en la veintena, la mayoría estudiantes y muchos de ellos conocidos desde los años escolares, según relató la madre de una chica que salió con heridas leves del siniestro. "Está claro que había exceso de gente", decía la mujer. "Exceso de gente".

La terraza era una estructura de madera nueva que se vino abajo alrededor de las 0.30 del domingo, cayendo sobre la terraza del primer piso, donde también había fiesta, que cedió por el peso y el impacto hasta precipitarse toda la confusa masa al patio y al hueco de la escalera de acceso al sótano. De entre los cuerpos apilados fueron extraídos 11 cadáveres. Otra persona murió en el hospital. En total, seis chicos y seis chicas. Entre los muertos, uno de los ocupantes del piso. Medio centenar de personas fueron atendidas en los hospitales vecinos y cinco de ellas se encontraban ayer en situación crítica, aunque estable. Una joven que llegó sin pulso y sin respiración al hospital no fue identificada hasta media mañana del domingo.

Frente a los locales públicos, que tienen legalmente limitado el número de ocupantes, no hay limitaciones para las terrazas privadas. "Hace falta usar el sentido común", declaró Cortez Kennedy, director de los servicios de emergencia de la ciudad. El pasado mes de febrero, otras 21 personas murieron aplastadas en una avalancha humana en el E2, un club en el centro sur de Chicago. En una ciudad racialmente dividida entre norte y sur, las víctimas del E2 eran todas negras, y las de ayer, todas blancas.

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"Yo estaba en la cocina de la vivienda y de pronto vi cómo caían y desaparecían todas las cabezas. El suelo simplemente cedió bajo sus pies", declaró a la televisión local CLTV una joven que resultó con heridas leves.

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