El debate sobre Irak sigue vivo
El debate sobre el estado de la nación y la crisis de la Comunidad de Madrid están tapando otros problemas, como la cada vez mayor preocupación de las Fuerzas Armadas y de buena parte de la clase política, incluido un sector del PP, por la presencia de tropas españolas en Irak en un momento muy delicado.
Por mucho que los dirigentes del PP quieran suavizar la misión de las unidades españolas, es evidente que EE UU no pretende que España proporcione ayuda humanitaria, sino que dé apoyo militar real en una zona concreta de Irak. Eso significa aplicar la fuerza y funcionar como ayudante de un ejército de ocupación que cada día parece despertar mayor hostilidad. Algunos dirigentes populares han hecho ya patente su inquietud ante la posibilidad de que se vayan produciendo, como un terrible goteo, víctimas entre los soldados españoles, igual que ocurre entre las fuerzas norteamericanas y británicas.
Muchos socialistas, preocupados por el envío de soldados españoles sin mandato de la ONU, creen que Aznar se está comportando como un "manipulador compulsivo"
Sin mandato de la ONU
"Podemos encontrarnos en plena campaña electoral de 2004 con un soldado español o centroamericano, pero a nuestras órdenes, muerto cada día", admite un dirigente del PP, para quien todavía no debe ser tarde para considerar un aplazamiento. Otras fuentes del PP, por el contrario, descartan que se pueda dar marcha atrás.
Irak, en todos sus aspectos, será sin duda uno de los principales temas sobre los que girará el debate sobre el estado de la nación que se abre mañana lunes y que supone el último acto parlamentario de estas características que protagoniza el presidente del Gobierno, José María Aznar. Un sector del partido socialista insiste en que José Luis Rodríguez Zapatero no se deje arrastrar por el tema de los diputados madrileños traidores y que mantenga abierto el capítulo de la guerra con todas sus fuerzas, al igual que el de la presencia de tropas españolas en Irak.
"El desprecio a la verdad con el que actúa este Gobierno, que niega la evidencia utilizando para ello, sin ningún pudor, a los medios de comunicación del Estado y a periodistas amigos no es tolerable", según mantiene un responsable del PSOE. Felipe González, que suspendió su asistencia en Barcelona a un ciclo de conferencias para poder ayudar en la preparación del debate, es uno de los más firmes partidarios de mantener la presión.
Muchos socialistas piensan que Aznar se está comportando en este tema como un "manipulador compulsivo" y que se le puede llevar a una situación comprometida. Lástima, aseguran, que en España no exista el equivalente a la BBC, "con su defensa de una información profesional". La BBC (teórico equivalente de TVE) se ha negado a presentar las disculpas que exige Alistair Campbell, director de Comunicación del Gobierno británico y mano derecha de Tony Blair, porque considera que su información sobre la inconsistencia de algunos documentos utilizados por Blair para mantener la presencia de armas de destrucción masiva en Irak era correcta.
Los socialistas aseguran que la presencia militar española en Irak no responde a ningún mandato de la ONU, como se empeña en decir Aznar, sino que es simplemente admitida por Naciones Unidas como "ayudante" de las potencias que ocupan Irak. La resolución 1483 simplemente "toma conocimiento" de que "la Autoridad" en Irak son Estados Unidos y el Reino Unido, y señala que "otros Estados que no son potencias ocupantes están realizando tareas, o quizá lo hagan en el futuro, en el marco de la Autoridad". Éste sería el párrafo aplicable a España, cuyos soldados realizarían "tareas" en ese "marco de la Autoridad", y no bajo mandato de la ONU.
Derechización
El segundo capítulo sobre el que el PSOE quiere hacer hincapié es en el hecho de que en su segunda legislatura, con mayoría absoluta, Aznar ha llevado al PP a dar un pronunciado giro a la derecha, que se está traduciendo en el regreso a capítulos que parecían ya superados por la sociedad española. El debate sobre la enseñanza obligatoria de religión, de forma directa o encubierta, es, según el PSOE, uno de estos ejemplos de derechización galopante.
"Hacía años que no se planteaban tantos problemas confesionales y que no teníamos que recordar que éste es un Estado laico. Es un mal debate para todos, incluida la Iglesia católica, pero es el PP el que se está empeñando en abrir capítulos cerrados hace mucho tiempo. Tiene que quedar claro que con nosotros la religión no será una asignatura obligatoria. Esto no pasará", explica un especialista en temas educativos del PSOE.
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