Un familiar radicalmente práctico
No tiene la línea más seductora ni los motores más poderosos, pero es el coche mejor dotado para resolver las necesidades de transporte de una familia media a un precio asequible.
La segunda generación del Scénic evoluciona las virtudes prácticas del anterior, resuelve sus carencias y aplica soluciones tecnológicas de sus hermanos mayores para seguir siendo la referencia en su categoría.
El familiar de Renault fue el pionero entre los monovolúme-nes compactos (4 a 4,5 metros de longitud) y ha tenido un éxito arrollador. Desde que salió a la venta, en 1996, se han vendido dos millones de unidades, cuatro veces más de lo previsto por Renault. Y el nuevo modelo que llega ahora aspira a mantener su liderato en una categoría a la que se han incorporado ya casi todas las marcas.
Para lograrlo, resuelve los puntos débiles del anterior, desde la posición al volante y
la sonoridad interior hasta la calidad de conducción. Además, el año que viene contará con una versión Gran Scénic, 23 centímetros más larga y con siete plazas, para competir con los modelos grandes (Opel Zafira, VW Touran...).
Más grande y estilizado
El Scénic II mantiene el estilo de la gama Mégane, pero con una estética menos rupturista. Destacan las formas sólidas del frontal, los grandes faros rasgados y un parachoques muy bien disimulado. El lateral tiene unos trazos rectos y un buen equilibrio entre chapa y cristal. Y el techo en forma de arco se prolonga por detrás con una luneta semicircular y la tapa del maletero dibujando un escalón que insinúa la zaga de los otros Mégane sin sus soluciones radicales. El resultado es un coche de línea más compacta y bien proporcionada que estiliza la imagen de furgoneta del modelo anterior. Además ha crecido en todas las direcciones y es 8 centímetros más largo (4,25 metros), 10 más ancho y otros 2 más alto.
Muy versátil y mejor acabado
El aumento de tamaño aporta un interior más amplio que refuerza sus aptitudes familiares. Cuenta con cinco asientos individuales y los tres traseros admiten todas las combinaciones: se regulan en longitud e inclinación de uno en uno, se pliegan por separado y se quitan fácilmente (pesan 15,5 kilos) para ampliar un maletero generoso: 430 litros en posición normal y 1.840 sin los asientos de atrás.
Si a todo esto le añadimo un diseño ingenioso que aprovecha todos los rincones, tendremos un coche radicalmente familiar que facilita la vida a todos los ocupantes. Cuenta con 91 litros de huecos para objetos repartidos por todas las plazas: cajones, cofres, guanteras, mesas plegables, posavasos y detalles como un segundo retrovisor interior para vigilar a los niños.
El conjunto se completa con un diseño más moderno que elegante, pero bien insonorizado, y con buenos acabados y ajustes. Y culmina con los avances de los Renault más grandes: freno de mano electrónico, depósito con tapón integrado, apertura por tarjeta...
Cinco motores y cuatro ambientes
La gama cuenta con tres motores de gasolina y dos turbodiésel (ver cuadro de versiones). Se ofrecen con cuatro ambientes interiores: Authentique (básico), Expression (tonos claros), Dynamique (deportivo) y Privilege (lujo). Se pueden combinar con tres equipamientos: Pack, Confort y Luxe, pero todos incluyen como mínimo seis airbags, ABS, tarjeta de apertura y los detalles habituales.
Conclusión
El Scénic II es el monovolumen compacto más evolucionado. Ofrece un interior muy flexible y repleto de soluciones prácticas, buenos motores, un comportamiento dinámico casi de turismo y un buen equipo de seguridad, aunque con el ESP opcional. Y tiene unos precios competitivos que lo convierten en la referencia a superar.
AL DETALLE
- MÁS CARO, PERO COMPETITIVO
El nuevo Scénic 1.9 dCi tiene un precio superior a la mayoría de sus rivales, pero reúne argumentos para justificar la diferencia. Cuesta 3.000 euros más que el Kia Carens equivalente, casi 2.000 más que el Multiplá y cerca de 1.000 más que el Picasso. Sin embargo, el Renault aporta un turbodiésel más potente, mejores prestaciones y un equipamiento de serie superior, con seis airbags, ABS, climatizador y otros muchos detalles innovadores: freno de mano electrónico...
Esta versión turbodiésel del Scénic se sitúa a medio camino entre el nuevo Touran 1.9 TDi de 100 CV y el 2.0 TDi de 136 CV, que incluyen un equipamiento similar, pero con ESP de serie. El Scénic sale 800 euros más caro que el primero, pero corre más. En cambio, es 3.000 euros más asequible que la versión superior, aunque tiene unas prestaciones inferiores.
- MUY FLEXIBLE Y FUNCIONAL
El interior del nuevo Scénic marca la diferencia por su flexibilidad al mover los asientos y sobre todo por la dotación de huecos disponibles, aspectos en los que llega a superar al VW Touran, última referencia entre los monovolúmenes compactos. En el salpicadero, de diseño muy moderno, destaca la posición del cambio en la consola central, muy práctica para acceder a las plazas traseras sin salir del coche, al menos si no se monta el módulo portaobjetos deslizable entre los asientos delanteros.
El nuevo Renault está pensado para el uso familiar y ofrece un sitio para cada cosa. Hay cuatro cajones debajo de los asientos, otros cuatro cofres con trampilla ocultos en el piso, guantera compartimentada, bandejas plegables en los respaldos, posavasos... En total, los espacios suplementarios suponen 91 litros de capacidad para pequeños objetos.
Otro argumento práctico del nuevo Scénic es el maletero, que tiene 430 litros con los asientos traseros en posición normal, 20 más que el modelo anterior. Pero llega a 550 litros si se carga hasta el techo y a 1.840 si se quitan los asientos de atrás.
La zaga presenta un diseño sencillo y algo pesado que se disimula en la zona inferior del portón de carga aplicando el mismo color del parachoques.
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