CiU y el PP cierran la legislatura votando juntos contra las críticas de la oposición
La 'izquierda plural' reprueba la gestión del Gobierno de Pujol en los últimos cuatro años
La legislatura acaba como empezó. Pese a la tan anunciada ruptura entre Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP) a las puertas de las elecciones, ambos partidos volvieron a unir ayer sus fuerzas en el último pleno ordinario para evitar que prosperara un balance crítico de la legislatura que termina. Tras un debate muy crispado, CiU y el PP cerraron la puerta a una moción patrocinada por los socialistas que señalaba los "incumplimientos" y déficit de la acción de gobierno y que logró reunir simbólicamente a la izquierda plural en un mismo diagnóstico.
En la mayor parte de la legislatura la Cámara se ha dividido en dos bloques: uno de centro derecha, formado por CiU y el PP, que han votado juntos en los asuntos importantes, y otro de centro izquierda, crítico con la gestión del Gobierno de Jordi Pujol. En los últimos meses, no obstante, esta división se ha ido diluyendo: Convergència ha intentado separarse del PP por considerar que la alianza perjudica a sus expectativas electorales y Esquerra ha retomado con más fuerza su equidistancia para subrayar su perfil propio y morder en el electorado pujolista.
El último día del pleno que ayer terminó recuperó, a modo de conclusión de la legislatura, la música que ha sonado en los últimos cuatro años. CiU y el PP votaron juntos frente al bloque de izquierdas en todas las mociones que expresaban crítica al Ejecutivo y particularmente unieron sus votos en la moción que pretendía hacer un balance global de la legislatura.
El debate de la citada moción fue áspero, con una sucesión de reproches e insultos entre los diputados socialistas y convergentes y entre los portavoces de ambas formaciones, Joaquim Nadal (PSC) y Ramon Camp (CiU). El primero se quejó de que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, hubiera llamado "inútiles" a los socialistas en la última sesión de control e hizo continuas alusiones a la "inutilidad" de la acción del Gobierno catalán. Camp acusó al PSC de "mal estilo" y de "mala educación".
El PP socorrió a CiU en la moción y aprovechó la ocasión para subrayar que ya se considera "partido de gobierno en Cataluña" por que buena parte de las políticas del Ejecutivo en esta legislatura fueron consecuencia de la colaboración con el PP. La izquierda, en cambio, consensuó 14 puntos que, a juicio del PSC, ERC e ICV, demuestran que la legislatura que ahora termina es "la peor" de todas las presididas por Jordi Pujol desde 1980. A juicio de Nadal, la lista de críticas supone al mismo tiempo un "inventario" que "señala el orden de prioridades" de un eventual gobierno de izquierdas. Al incorporar a Esquerra e ICV, las prioridades ya no son sólo del PSC, sino de la izquierda plural. Entre otros aspectos la moción amonestaba al Ejecutivo por su política de infraestructuras, de vivienda y de educación; por la "falta de una estrategia económica" y "de avance del autogobierno"; por su "autolimitación", y por la "obstrucción" en la investigación de "presuntos fraudes" en la Administración.
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