El Gobierno y las diputaciones invertirán 600 millones en carreteras y obras hidráulicas

Casi un año después de cerrarse el acuerdo de la Ley de Aportaciones, se ha aprobado una de las secuelas más importantes derivadas del pacto: el Plan Marco de Apoyo Financiero a la Inversión. Se trata de una fórmula propuesta por el diputado general de Álava, Ramón Rabanera, para compensar lo que, a su juicio, suponía una merma en la capacidad financiera de las diputaciones. El plan distribuye 600 millones de euros en el quinquenio 2003-2007. Según se aprobó el martes en el Consejo de Gobierno, se destinará sobre todo a carreteras y obras hidráulicas, es decir, dos competencias forales pero que, dada la carga económica que implican, necesitan del apoyo del Gobierno.

Cada institución contribuye en función de su coeficiente, de modo que el Gobierno vasco aporta el 70,44%. El 29,56% restante lo pagan las diputaciones, a razón del 50,20% Vizcaya, el 33,21% Guipúzcoa y un 16,59% Álava. El plan sucede a otro anterior, llamado Euskadi 2000Tres.

La mejora de las carreteras vascas absorberá el 60% del plan, 365 millones de euros repartidos entre los cinco años. Los 235 millones restantes se dedicarán sobre todo a regadíos e infraestructuras hidráulicas. La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, compareció ayer para detallar el destino de las inversiones, acordado por el Consejo Rector del plan, formado por el Gobierno y las diputaciones. Por territorios, Vizcaya percibirá inversiones por valor de 295 millones, mientras que 201 millones le corresponden a Guipúzcoa y 103,6 millones a Álava.

En Vizcaya, las obras en la red viaria supondrán 155 millones de euros, es decir, un 57% del total. De ellas destaca la conexión entre las autopistas A-8 y A-68, en el triángulo formado por Basauri, Zarátamo y Arrigorriaga. En ese nudo se invertirán 32,1 millones de euros procedentes del plan de inversiones. Otros 22,7 millones se utilizarán para el intercambiador de Cruces, un nuevo escalextric que servirá, entre otros fines, como acceso para la futura Feria de Muestras. Otros 20 millones se destinarán a la variante de Igorre, en el valle de Arratia.

En el capítulo de obras hidráulicas, destaca por su cuantía el colector Muxika-Bermeo (45 millones), en la ría de Urdaibai, que impedirá que la cuenca reciba aguas residuales de los municipios de la zona.

Entre los proyectos más importantes sobresale la financiación para construir la autopista Éibar-Vitoria (A-1). El tramo guipuzcoano ya ha comenzado y el alavés se inciará a finales de este año con la intención de que pueda terminarse, en un túnel que atravesará el puerto de Arlabán, para el año 2006. Para esta infraestructura, Álava destinará 35,7 millones de euros. Además, la mejora de la N-I en dirección a Miranda supondrá 30 millones, y otros 18 millones el tramo alavés de la legua del Rey, de modo que podrá convertirse en autovía. El Ministerio de Fomento ha comenzado esta semana, con unos cuatro años de retraso, la reforma de la zona correspondiente al Condado de Treviño. En total, la inversión en carreteras acapara el 80% de las inversiones en Álava. Mientras, el Plan de Regadíos se llevará 19,8 millones.

Depuradoras en Guipúzcoa

En Guipúzcoa, las prioridades se dividen, por un lado, en la variante entre San Sebastián y Hernani (64 millones), que aliviará el tramo más saturado de la N-I a su paso por la provincia y, por otro, adaptarse a la normativa europea que obliga a que todas las aguas de consumo humano estén depuradas. Para ello, Guipúzcoa necesita disponer de 14 estaciones depuradoras, seis de las cuales están por construir. En el plan, se ha previsto invertir 32 millones en el plan de saneamiento del Oria medio, con el interceptor Legorreta-Irura-Andoain y la depuradora de residuales, y otros 19 millones en la red principal de saneamiento de Bergara.

La variante de Pasaia también se acometerá de inmediato, con una inversión de 33 millones. Con ella, se ampliará el tramo de la A-8 que transcurre por esa localidad y, al mismo tiempo, se eliminará ese peaje.