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El Puerto de Barcelona investiga el origen de las emisiones de butadieno

La Autoridad Portuaria de Barcelona ha decidido actuar como árbitro entre las empresas Enagas y Ecoimsa (véase EL PAÍS de ayer), instaladas en el muelle de inflamables, y ha encargado un informe a dos firmas de medición homologadas por la Generalitat para comprobar si realmente se registran emisiones de butadieno (un gas tóxico) en el puerto como sostiene la primera compañía.

Enagas apunta como posible causante de las emanaciones tóxicas a Ecoimsa, que se dedica al reciclado de productos y que a la vez ha encargado otros análisis cuyos resultados han dado negativo en la detección de butadieno.

Enagas ha denunciado que desde hace tres semanas sus sensores detectan emisiones de este gas tóxico y que esto les perjudica porque cada vez que sucede se desaloja la planta y se paraliza el suministro de gas a los camiones cisterna que acuden a cargar gas. Un portavoz de la empresa dijo ayer que todavía no se ha calculado el coste de estos parones, pero afirmó que el gas que distribuyen ha podido llegar a todos sus clientes, aunque muchas veces con retraso debido a que los camiones se han tenido que desviar y dirigirse a las plantas de Cartagena o Huelva.

La Autoridad Portuaria ha decidido acudir a unas empresas externas y homologadas porque sus equipos de medición no están capacitados para detectar butadieno. "No tenemos medidores de este gas porque esta sustancia no se manipula en el puerto", aseguró ayer un portavoz del Puerto, quien añadió que en todo caso se podrían hallar restos de esta sustancia tóxica como resultado de un subproducto de un residuo y que en ningún caso sería peligroso. Los resultados del informe se darán a conocer la próxima semana y de momento la Autoridad Portuaria se muestra "tranquila" y quiere dejar claro que no hay ningún problema de salud pública.

Enagas dará resultados hoy

Aunque el Puerto asegura que se ha llegado a un acuerdo con las dos empresas para encargar el informe técnico, Enagas ha decidido encargar otro por su cuenta. La empresa elegida también está homologada por la Generalitat y los resultados se darán a conocer hoy. "Si al final no se detecta butadieno, tendremos que pedir cuentas a la empresa que ha instalado nuestros equipos de medición", aseguraron fuentes de Enagas.

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A bajos niveles, el butadieno, que es incoloro y no tiene un olor desagradable, puede producir irritación en los ojos, la nariz y la garganta. Si se inhala, puede provocar daños en el sistema nervioso, náuseas, dolor de cabeza y disminución de la presión sanguínea. Según Enagas, algunos de sus trabajadores "han tenido algún tipo de repercusión física, como dolores de cabeza y urticaria, aunque de manera muy leve", pero la empresa no pudo matizar a cuántas personas ha afectado.

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