El puerto de Barcelona registra emisiones de butadieno que impiden la distribución de gas

Los sensores de la empresa Enagas empezaron a detectar emisiones de butadieno (un gas tóxico) hace tres semanas. Desde entonces se han realizado una serie de análisis que no han permitido conocer el origen de las emanaciones. Cada vez que los sensores de Enagas detectan la presencia del butadieno, se procede a desalojar la planta y se paraliza el suministro de gas a los camiones cisterna que regularmente acuden a cargar. Estos camiones, que abastecen a empresas de Cataluña y Aragón, tienen entonces que dirigirse a Cartagena o a Huelva para obtener el gas licuado.

Representantes del Puerto de Barcelona y las empresas Enagas y Ecoimsa se reunieron ayer para analizar la situación. No hubo acuerdo. Enagas sostiene que sus sensores detectan el butadieno y que cuando ello ocurre tiene que desalojar la planta por motivos de seguridad y apunta a la empresa Ecoimsa, dedicada al reciclado de productos, como la posible causante de las emisiones. Ecoimsa lo niega de forma rotunda y aporta los resultados de los análisis hechos por las dos empresas. En su opinión, los sensores de Enagas están estropeados. Pero estos sensores han sido calibrados hasta cinco veces en los últimos días y en todas las ocasiones han mostrado un funcionamiento adecuado, afirma un portavoz de Enagas.

Mientras esto ocurre, las empresas han empezado a padecer las consecuencias. Los camiones cisterna que acuden a abastecerse de gas no siempre consiguen cargar. Cuando la planta de Barcelona deja de funcionar, los camiones tienen que dirigirse a Cartagena o a Huelva. "Hemos reforzado estas dos plantas", afirmó el portavoz de Enagas, que reconoció que esta medida representa un duro quebranto para las empresas, ya que son ellas las que corren con los gastos de transporte. Las dificultades de suministro, "retrasos", según el portavoz de Enagas, afectan a Cataluña y Aragón.

Se prevé que el problema se prolongue aún durante algunos días y que la situación quede normalizada la semana que viene. Enagas insiste en que cuando se detecta la presencia del butadieno no queda más remedio que desalojar la planta e impedir el acceso a los camiones que acuden a cargar el gas.

La media diaria de camiones que van a cargar gas licuado en las instalaciones de Enagas en el puerto de Barcelona es de 35. En las tres últimas semanas esta media ha quedado truncada y en los últimos días se ha paralizado totalmente el suministro.

Análisis negativos

El Gobierno catalán, mientras, espera a conocer los resultados de los análisis que realice la Autoridad Portuaria, según un portavoz del Departamento de Medio Ambiente, que no supo precisar si además se realizan análisis propios o si se se dan por válidos los de las empresas o el puerto.

Al menos dos empresas han realizado diversos análisis. Ecoimsa mostró ayer los resultados de los practicados por Envirotec (por encargo del Puerto de Barcelona) y por ICICT. En ninguno de los dos casos figura como elemento detectado el butadieno. El motivo, explica un portavoz de Enagas, es que los detectores utilizados por el Puerto no perciben esta sustancia, extremo que no fue confirmado ni desmentido por la Autoridad Portuaria.

La empresa Ecoimsa reitera que no utiliza sustancias que contengan butadieno, por lo que resulta casi imposible que las fugas procedan de sus instalaciones. "Creemos que el problema son los sensores de Enagas y no deja de ser sintomático que en la reunión de ayer no entregaran los resultados de las mediciones. Cuando lo han hecho hemos podido observar que oscilan entre valores disparatados, imposibles de encontrar en Cataluña, y otros que dan incluso negativo, lo que resulta incomprensible".Ecoimsa emitió ayer un comunicado en el que señala que, tras una semana de "mediciones en continuo de la calidad del aire, realizadas por personal técnico de la Autoridad Portuaria de Barcelona y otras entidades especializadas acreditadas por la Administración, los resultados indican claramente que no existen anomalías respecto a la calidad del aire, situándose ésta dentro de parámetros habituales, demostrando que el instrumento de medida empleado por Enagas da valores erróneos". El Puerto de Barcelona precisó que ha instalado allí una unidad móvil de medición que no detecta anomalías, mientras que Enagas sostiene que sus aparatos funcionan correctamente.

El butadieno es un producto químico que se produce en la destilación del petróleo. Se utiliza para producir gomas sintéticas, especialmente en neumáticos y elásticos, ya que presenta una alta flexibilidad y también resistencia mecánica. En altas dosis es inflamable, pero el gas es incoloro, por lo que no se advierte su presencia a simple vista, y no tiene un olor desagradable, lo que hace que no sea fácilmente percibido olfativamente.

A bajos niveles, el butadieno produce irritación en los ojos, la nariz y la garganta. Inhalado al respirar puede producir daños en el sistema nervioso, visión borrosa, náuseas, dolor de cabeza y disminución de la presión sanguínea. La Agencia para las Sustancias Tóxicas de Estados Unidos asegura que no constan casos mortales por este producto.