Un incendio arrasa más de 150 hectáreas de pinares en el parque regional del Manzanares

El primer gran incendio del verano, que comenzó en torno a las 17.00 de ayer, arrasó más de 150 hectáreas del parque regional del Manzanares, en el término municipal de Rivas-Vaciamadrid. Un total de 14 dotaciones de los bomberos de la Comunidad de Madrid y seis retenes de la Consejería de Medio Ambiente, ayudados por dos hidroaviones y cuatro helicópteros, lucharon contra el fuego. Pero la dificultad del terreno, escarpado y montañoso, junto con el viento, dificultaron las labores de extinción. Las llamas fueron controladas, aunque no extinguidas, a las 23.40, según Emergencias 112.

El siniestro comenzó en una zona conocida como Casa Eulogio, un bosque de pinos situado junto al kilómetro 18 de la autovía de Valencia (N-III) y la Escuela Nacional de Protección Civil. Anoche se desconocían las causas por las que se inició el fuego. Todo apunta, según las primeras pesquisas, a que se originó de forma involuntaria. Las llamas avanzaron con rapidez gracias a las altas temperaturas que se registraban en la zona y que, según los vecinos de fincas cercanas, superaron los 40 grados. El fuego arrasó un pinar y monte bajo, que ardió con gran facilidad, ya que se encontraba totalmente seco. "Es una vergüenza que una zona forestal esté tan mal cuidada y no se haya podado. Sólo se han limpiado las zonas próximas a los caminos y el resto, que es donde realmente se propagaba el fuego, ha quedado lleno de hojarasca y de hierbajos que se queman a la mínima", protestaron varios vecinos. "Veíamos que antes o después se iba a producir una catástrofe así", añadieron.Al lugar del siniestro acudieron 14 dotaciones de bomberos de todos los parques de la Comunidad de Madrid debido a las grandes proporciones que alcanzó el siniestro. "Se ha producido el efecto chimenea. Es decir, como hay tanta montaña y hace aire, el fuego se ha ido extendiendo de un lado a otro", explicaron los vecinos. Mientras, las llamas avanzaban inexorables ante la impotencia de los bomberos para controlarlas en algunos puntos. Además, cuando extinguían un foco, les surgían más de inmediato por la acción del aire.

La mayor parte del incendio afectó al término municipal de Rivas-Vaciamadrid. El principal problema era que las llamas llegaran a la Fábrica Nacional de Productos Químicos, dedicada a experimentar con detonaciones. Los bomberos se centraron a última hora en los alrededores, dada la peligrosidad del lugar.

El director general de Medio Natural, Federico Sepúlveda, señaló que el terreno donde se produjo el incendio "es muy complejo". De hecho, los primeros cálculos de los bomberos apuntaban a que el fuego no estaría controlado hasta hoy. Por la noche no pudieron actuar los medios aéreos (helicópteros e hidroaviones) por la falta de visibilidad, pero, al bajar la temperatura, la propagación de las llamas no es tan rápida.

"Hasta que no veamos desde el aire la masa forestal quemada es muy difícil saber el número exacto de hectáreas que han ardido. Habrá que calcular con mucho cuidado", señaló Sepúlveda. Éste mantuvo que la masa forestal "ha estado bien cuidada" por la Comunidad de Madrid.

Monte mancomunado

La zona forestal quemada es un monte consorciado: pertenece a particulares, pero la Comunidad de Madrid se encarga de su cuidado. Al contar con el nivel máximo de protección medioambiental, no se puede hacer ninguna modificación o construcción.

Además, los particulares están obligados a contar con guardas de seguridad para proteger la zona. "Sabíamos que antes o después nos pasaría algo así. A pesar de que es una finca privada y vallada, entra la gente y lo deja hecho un asco, con lo que aumenta el riesgo de incendio", señalaron los dueños de una de las fincas afectadas.

La masa forestal afectada por las llamas fue repoblada en los años cincuenta. Destaca entre su fauna el conejo, la liebre, la perdiz y jabalíes, entre otras especies autóctonas. Aunque domina fundamentalmente el pino piñonero, también cuenta con algunas encinas y carrascas.