El alcalde de Cocentaina crea una concejalía para la legionela y el de Alcoi elimina la de sanidad

Los ayuntamientos de las dos ciudades con más casos de legionela, Alcoi y Cocentaina, van a poner en marcha políticas muy distintas para afrontar el incesante goteo de casos desde 1999. Mientras el alcalde de Alcoi, Miguel Peralta, del PP anunció su intención de prescindir de la concejalía de Sanidad, trasladar sus competencias vinculadas a los brotes de legionela a la concejalía de Medio Ambiente y la Consejería de Sanidad, el alcalde de Cocentaina, el socialista Josep Marset, no sólo va a mantener esta delegación sino que creará una concejalía que se ocupará de los problemas que genera la bacteria.

De la nueva concejalía para la legionela que el socialista Josep Marset quiere crear en Cocentaina se encargará el concejal de L'Entesa, Fernando Albors, que venía desempeñando la supervisión de las tareas derivadas de los brotes de legionela en la población y que era el representante municipal en el Consejo de Salud del Area de Alcoi. Esta cartera la combinará con la delegación de Sanidad y con la condición de primer teniente de alcalde, merced al pacto de gobierno entre PSPV y L'Entesa en Cocentaina.

Josep Marset considera que la incidencia de la legionela en esta localidad "está siendo lo suficientemente importante como para crear un área especifica que facilite su control". Marset recordó que el de Cocentaina es el único Ayuntamiento que dispone de un técnico en plantilla que se dedica a resolver los problemas que ha generado la bacteria y cuyo sueldo "no ha pagado la Consejería de Sanidad tal y como había prometido".

Cocentaina ha padecido desde 1999 tres brotes de legionela con cerca de medio centenar de afectados. Las auditorías realizadas por la empresa Alcora, a instancia de la Consejería de Sanidad, han contabilizado hasta 62 empresas con instalaciones de riesgo de transmitir la bacteria.

El caso de Alcoi, donde se han producido ocho brotes, con cerca de 300 afectados, es el contrario. Su alcalde, Miguel Peralta, del PP, suprime la concejalía de Sanidad y la incorpora a Medio Ambiente, pese a la persistencia de la bacteria en la ciudad.