El nuevo alcalde socialista de Nàquera anuncia que paralizará los polémicos planes urbanísticos

Francisco Arnal, del PSPV, se convirtió el sábado, por sorpresa, en alcalde de Nàquera, al recibir a última hora el apoyo de los dos concejales de Unió Valenciana, con los que los socialistas habían roto dos días antes las negociaciones emprendidas para intentar un pacto de gobierno que desalojara a los populares. Arnal anuncia que lo primero que hará es revisar la polémica política urbanística de su predecesor, Salvador Pérez Navarro, del PP, que puso en marcha una quincena de planes de actuación urbanística que han levantado protestas en el pueblo. Todo lo que no esté aprobado será paralizado.

La incógnita se mantuvo hasta que se abrió la urna, el sábado, en la sesión de constitución del nuevo Ayuntamiento de Nàquera. El PP, a pesar de ver reducido su apoyo -consiguió cinco concejales, frente a los siete que tenía- había ganado las elecciones del 25 de mayo. El PSPV había doblado su representación, a pasar de dos a cuatro ediles, mientras que UV se había quedado con los dos que tenía. El escrutinio reflejó que el aspirante popular a alcalde obtenía cinco votos, mientras que del PSPV, Francisco Arnal, recibía seis.

Nadie se lo esperaba. Socialistas y regionalistas -que ya en el mandado anterior se habían opuesto al PP, que tenía la mayoría absoluta- habían mantenido contactos a los largo de la semana para tratar de alcanzar un acuerdo que permitiera desalojar de la alcaldía a los populares. Pero las negociaciones quedaron rotas el jueves por la noche porque los concejales de UV no renunciaban a su principal aspiración, la alcaldía, que para el PSPV era irrenunciable. "Con sinceridad, fue toda una sorpresa, una agradable sorpresa", dijo ayer Arnal, respecto a su elección como alcalde de Nàquera.

Arnal considera que los ciudadanos de Nàquera querían un cambio y que por eso los socialistas doblaron su representación municipal. Y está convencido de que ese mayor apoyo del pueblo está relacionado con la política urbanística del anterior alcalde, Salvador Pérez Navarro, que puso en marcha una quincena de planes de actuación urbanística (PAI) que afectan a un 11% de la superficie del término municipal y que han ocasionado numerosas protestas populares en los últimos meses. No en vano, los ciudadanos de Nàquera vieron cómo de repente el Ayuntamiento pretendía urbanizar parte de uno de los más preciados bienes del pueblo, el monte público, para construir una urbanización con chalés de lujo, hotel y campo de golf.

Arnal anuncia que ahora estudiarán la situación en la que se encuentran esos planes, que el anterior alcalde puso en marcha con total opacidad, de manera que los concejales de la oposición no tenían acceso a la información relativa a esos proyectos. "Todo lo que no se haya aprobado, lo paralizaremos", señala Arnal. El nuevo alcalde anuncia que encargarán una auditoría externa sobre la situación económica del Ayuntamiento y que pondrán en marcha la comisión de investigación, a cargo de personal independiente, que pidieron sin éxito al anterior equipo de gobierno. "El pueblo nos ha pedido claridad y transparencia, y se la vamos a dar", añadió el alcalde.

Mientras, los dos ediles de UV han desaparecido y los socialistas no saben a ciencia cierta qué pedirán a cambio de su apoyo, aunque es probable -pues ya manifestaron su oposición a la política urbanística del anterior alcalde-, que apoyarán esas iniciativas.