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LA NUEVA SITUACIÓN MUNICIPAL

El presidente del PP de Jaén apela a la disciplina y reta al alcalde a presentarse como independiente

El sector afín a la dirección popular se hace con la portavocía del grupo municipal

Ginés Donaire

La crisis en el PP de Jaén tras el reparto de concejalías por parte del alcalde, Miguel Sánchez de Alcázar, se recrudece con el paso de las horas. Ayer, el presidente provincial y número dos de la candidatura popular, José Enrique Fernández de Moya, instó al alcalde a someterse a la disciplina de partido y aceptar la distribución de delegaciones pactada con la dirección regional. Los ocho ediles disidentes mantienen su rechazo al reparto de poder establecido por el alcalde y han impuesto su mayoría para hacerse con la portavocía del grupo, que ocupará la secretaria provincial, Inmaculada Solar.

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Mientras Fernández de Moya y Solar reiteraban su posición inflexible frente a las delegaciones impuestas por el alcalde, Sánchez de Alcázar se reunía en Sevilla durante varias horas con el secretario regional, Antonio Sanz. Los dos sectores enfrentados intentan también hacerse con la bendición del secretario general del PP, Javier Arenas, que ya mantuvo un primer contacto el domingo con Sánchez de Alcázar y que, muy probablemente, tenga que resolver el conflicto.

Fernández de Moya dejó constancia desde el principio de las profundas diferencias que en estos momentos mantiene con el alcalde de la capital. Censuró en primer lugar haberse enterado por los medios de comunicación de la composición del equipo de gobierno, establecido en una orden que Sánchez de Alcázar firmó el sábado por la tarde, horas después de su investidura.

Fernández de Moya quiso después acallar las voces procedentes del grupo del alcalde que se atribuyen el triunfo electoral y que incluso critican el escaso apoyo del partido. "Quien ha ganado las elecciones ha sido el PP, ha ganado la marca y se es candidato por un partido", enfatizó el presidente de los populares jiennenses, quien acto seguido lanzó un envite a Sánchez de Alcázar: "Yo le reto a que en 2007 se presente como independiente".

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Fernández de Moya, que ha quedado fuera del organigrama de gobierno diseñado por el alcalde, pidió a Sánchez de Alcázar que cumpla el pacto alcanzado el pasado 6 de junio en Sevilla en una reunión a la que, además de ellos dos, asistieron como mediadores el secretario regional, Antonio Sanz, y el secretario de Organización, José Luis Sanz. "Fue un acuerdo de hombres de palabra y que se visten por los pies", apostilló Fernández.

El dirigente provincial del PP reconoció la facultad del alcalde para formar su equipo de gobierno, pero al mismo tiempo recordó que los estatutos del partido le facultaban a él para la elaboración íntegra de la candidatura popular. En este sentido, añadió que su sector -reacio en un principio a la inclusión en la lista del edil de Urbanismo, Miguel Segovia- ya cedió en su momento, y ahora, dijo, le correspondía al alcalde hacer lo mismo en la confección del equipo de gobierno. Según destacó, la intención de la dirección era "apostar por el equilibrio interno" y que "no hubiera personas que tuvieran el 90% del poder en el Ayuntamiento", en una clara alusión a Miguel Segovia, al que Sánchez de Alcázar ha vuelto a colocar al frente de la poderosa área de Planificación Urbanística.

Después de mostrar su convencimiento de que el conflicto se arreglará "con mucho diálogo", el presidente del PP jiennense llamó a la disciplina de partido "como elemento fundamental". Sabedor de que detrás de esta crisis puede esconderse la lucha por el poder en el partido, Fernández de Moya no sólo negó que vaya a dimitir, sino que anunció que volverá a presentarse a la reelección en el congreso provincial del año que viene. "A mí me pusieron las bases del PP y sólo me quitarán las bases", exclamó, tras recordar que fue elegido con un respaldo del 95%.

Mientras, el secretario provincial del PSOE jiennense, Gaspar Zarrías, reiteró ayer el ofrecimiento de "mano tendida" y de colaboración a la dirección del PP para procurar la estabilidad municipal y que "los ciudadanos no paguen el pato". El presidente del PP rechazó "de plano" la ayuda ofrecida por Zarrías, a quien invitó a "preocuparse de su casa".

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