Las contratas del AVE Madrid-Lleida anulan el 70% de los viajes de inspección
En el tramo Lleida-Zaragoza se han efectuado 3.300 kilómetros de pruebas del ERMTS
El consorcio formado por la empresa italiana Ansaldo y la española Cobra (filial de ACS), que tienen encomendada la señalización de la línea de alta velocidad Madrid-Lleida, se ha visto obligado a suspender el 70% de los viajes programados para la inspección y auscultación de sus propias instalaciones. De los 50 viajes previstos para este fin de semana, se han suspendido 16. De ellos, 11 han tenido que ser anulados a petición del consorcio y sólo cinco son atribuibles al GIF, el organismo dependiente de Fomento que gestiona la construcción de todas las líneas de alta velocidad.
Los viajes de inspección se realizan con un tren especial Talgo adquirido por el GIF (Gestor de Infraestructuras Ferroviarias) y equipado con todos los mecanismos necesarios para comprobar la conformidad de todas las instalaciones de la línea.
El tren lleva recorridos miles de kilómetros, de los que 3.300 corresponden a la verificación iniciada el 24 de marzo pasado del sistema de interoperatividad ferroviaria europea, denominado ERMTS (European Rail Traffic Management System) en el tramo Zaragoza-Lleida, donde está instalado en su fase 1. Este nivel permitirá circulaciones de trenes a 300 kilómetros por hora y en su fase 2 se podrá superar esa velocidad.
Según fuentes ferroviarias, el deficiente funcionamiento del consorcio está obligando a suspender los viajes programados de este convoy. Y se teme que estas suspensiones alarguen aún más el plazo para la puesta a punto de la línea, prevista inicialmente para diciembre de 2002.
El pasado jueves, los máximos ejecutivos de Ansaldo, CSS Transport (filial), y Cobra, presidida por Ignacio Pérez, mantuvieron en Madrid una tensa reunión con los responsables del GIF. El encuentro se inició a las cinco de la tarde y concluyó a medianoche.
Los contratistas se quejaron de la mala imagen que se está transmitiendo a la opinión pública de sus empresas, a las que el propio Ministerio de Fomento y el presidente del GIF, Ramón Escribano, achacan el retraso de la entrada en servicio de la línea. El GIF puso sobre la mesa los numerosos fallos detectados en las instalaciones de la línea, lo que ha retrasado más de medio año su puesta en servicio.
La repercusión de estos fallos en los medios de comunicación perjudica el crédito de estas empresas y las coloca en desventaja frente a sus competidoras para conseguir nuevos contratos en las líneas de alta velocidad programadas en varios países europeos.
Fuentes ferroviarias sostienen que la mayoría de los fallos se derivan de la forma de trabajar de CSS Transport, una empresa acostumbrada a diseñar desarrollos informáticos y dejar para otros sus aplicaciones. Este sistema contrasta con el aplicado en el AVE Madrid-Sevilla, donde una sola empresa, Siemens, se hizo cargo llave en mano de toda la señalización.
Emplazamiento
A comienzos de esta semana, los contratistas del AVE se volverán a ver emplazados para comprobar si han subsanado las deficiencias que el presidente del GIF enumeró en una comparecencia ante la prensa el 2 de junio. En esta comparecencia, Ramón Escribano anunció que los servicios jurídicos del GIF determinarían la responsabilidad de estas empresas por el incumplimiento de los plazos y las penalizaciones correspondientes. La decisión a tomar al respecto está pendiente de ser refrendada por el ministro de Fomento esta misma semana.
A principios de mes, el GIF denunció que las obras no se habían entregado el 31 de mayo, como indicaba el contrato, y concedía 15 días adicionales para subsanar 52 fallos en el sistema de seguridad. Por parte de Ansaldo (Cobra nunca se ha manifestado) se afirmaba que sí entregó la señalización el 31 de mayo, a pesar de que el GIF había entregado la línea con 18 meses de retraso.
Por otra parte, se ha consumado el aterrizaje en la cúpula de este organismo de personal procedente de Renfe. En el consejo celebrado el pasado lunes se nombró nuevo director de Explotación del GIF a Félix García, que sustituye a Alberto García Álvarez. Leonardo Torres Quevedo, director de construcción, permuta su puesto con Diego Gómez, director de Proyectos.
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