La reivindicación del rojo

La portavoz de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, Paula Garvín, lucía ayer un vestido de dos piezas rojo hasta los pies. En la pasada Feria de Abril, Garvín se paseó con un traje de flamenca tricolor con los tonos de la bandera republicana. Ayer, en su discurso de la sesión de investidura, volvió a llamar la atención por los colores, los cuatro, que, según dijo, pintan el programa de IU.

"El rojo de la economía, de la Sevilla productiva y del empleo estable y con derechos"; "el verde de la ciudad habitable y sostenible"; "el violeta de la igualdad social, cultural y territorial" y "el blanco de la paz y la convivencia". Una curiosidad, en el texto del discurso, de los cuatro colores, sólo la inicial de "Rojo" estaba escrita en mayúsculas.

IU llega al gobierno municipal de Sevilla reivindicando su origen y sin complejos de radicales. En una entrevista concedida esta semana a EL PÁÍS, Garvín aseguró que su programa es "muy socialdemócrata" y que en su partido abundan los comunistas, entre las que se cuenta, pero hay también personas de los movimientos sociales cristianos, gente de pensamiento socialista, anarquistas y troskistas.

Los tres ediles de IU que a partir de ayer forman parte del gobierno son una profesora de Química de un instituto sevillano -Paula Garvín-, un ATS especialista en psiquiatría e histórico sindicalista -Antonio Rodrigo Torrijos- y el miembro más joven de la Corporación, un licenciado en Humanidades de 22 años -Francisco Manuel Silva-. "Creemos que Sevilla necesita un gobierno que dé un giro en el timón de la política municipal hacia los valores de la izquierda", subrayó ayer Garvín, quien pretende que su voz sea también la del "movimiento obrero", la del "ecologismo político", la del "feminismo que lucha por la superación de las contradiciones de género" y la de "gays, lesbianas y homosexuales".