Esquerra e Iniciativa se implican en áreas clave del Ayuntamiento de Barcelona
El acuerdo de gobierno de las tres fuerzas permitirá que hoy Clos sea alcalde por mayoría
Se repitió la foto de 1999: Joan Clos, Jordi Portabella e Imma Mayol entrelazando sus manos para rubricar el pacto que regirá Barcelona durante los próximos cuatro años. Un pacto que esta vez comporta, además, una importante modificación en la organización municipal y una mayor implicación de la formación republicana y la ecosocialista en áreas clave del gobierno de la ciudad. En las filas del PSC, el reparto de responsabilidades afianza a los colaboradores más próximos al alcalde Joan Clos y emergen como valores en alza Ferran Mascarell, José Cuervo y Marina Subirats.
El acuerdo propone que más del 25% de las viviendas sean de protección oficial
El acuerdo propone que más del 25% de las viviendas sean de protección oficial
Los acuerdos reflejan fielmente la nueva correlación de fuerzas en el Ayuntamiento de Barcelona tras las últimas elecciones municipales, en las que el PSC obtuvo 15 ediles, ERC 5 e ICV otros 5. Fruto de esta nueva correlación, en la que el Grupo Socialista cuenta con cinco concejales menos, es que el acuerdo firmado esta vez tiene casi 50 páginas, frente a las escuetas tres con que se selló en 1999 el que dio a Clos la alcaldía. El pacto dibuja, además, un nuevo organigrama con seis grandes áreas de gestión: la de Presidencia y Hacienda, que recae en José Cuervo (PSC); la de Urbanismo, Infraestructuras y Vivienda, que corresponde a Xavier Casas (PSC); la de Promoción Económica y Ocupación, a Jordi Portabella (ERC); la de Sostenibilidad, Servicios Urbanos y Medio Ambiente, de la que se encargará Imma Mayol (ICV); la de Cultura, Educación y Bienestar Social, que presidirá Ferran Mascarell (PSC), y la de Seguridad y Movilidad, que estará en manos de Jordi Hereu (PSC).
De esas comisiones dependerán un total de 13 ponencias, equivalentes a las concejalías, donde de nuevo se ha respetado escrupulosamente el resultado electoral: siete para el PSC, tres para ERC y tres para ICV. Este reparto ha permitido que los dos socios menores del gobierno tengan representación en las áreas que no presiden y puedan corresponsabilizarse de su gestión. Si la presidencia de un área recae en el PSC, por ejemplo, ERC e IC dirigen algunas de sus ponencias. El caso más claro es el de la comisión de Bienestar Social, Educación y Cultura, que preside Mascarell, de la que dependen seis ponencias repartidas a partes iguales entre el PSC, ERC e ICV. La ponencia de Bienestar Social será responsabilidad de Ricard Gomà (ICV).
Más trabajo en red
El reparto de ponencias ha permitido al PSC recolocar a algunos de los ediles que han sido desplazados en virtud del pacto. Éste es el caso, por ejemplo, de Maravillas Rojo, que dirigirá la de Ocupación e Innovación -seguirá al frente de Barcelona Activa- y que en el anterior mandato fue la responsable de toda el área económica, ahora en manos de Portabella. También ha ocurrido con Núria Carrera, que ha perdido la cartera de Bienestar Social -ahora de ICV- y se encargará de una ponencia de nueva creación que se ocupará de la inmigración. Katy Carreras deja el distrito de Ciutat Vella y asumirá la ponencia de Relaciones Ciudadanas e Institucionales. El nuevo organigrama comporta también, según fuentes municipales, un nuevo sistema de trabajo que se resume en la frase "menos compartimentos estancos y más trabajo en red".
La distribución de las tenencias de alcaldía es la ya avanzada por EL PAÍS el 4 de junio. Xavier Casas será el primer teniente; Jordi Portabella, el segundo; Imma Mayol, la tercera; José Cuervo, el cuarto, y Marina Subirats, la quinta. En algún momento se apuntó la posibilidad de que esta última recayera en Ferran Mascarell, pero finalmente se ha decidido que sea el portavoz del gobierno. Con ello se ha querido realzar la figura de Subirats al frente de una de las áreas más importantes, la de Educación, reforzar la posición de las mujeres y, en parte, aplicar también cierta contención a la ascensión de Mascarell, una de las figuras más veteranas y con creciente proyección.El documento firmado ayer por el PSC, ICV y ERC describe las líneas generales del acuerdo e insiste en la promoción de políticas más sociales encaminadas a mejorar las condiciones de vida de todos los barceloneses y a propiciar la participación ciudadana. También subraya que Barcelona tiene que ser un referente mundial de progreso.
Son 50 hojas en las que se expone a grandes rasgos el proyecto de ciudad, aunque también se concretan algunas de las políticas. Por ejemplo, en el capítulo de la Política de Suelo y Vivienda -que asumirá ICV- se precisa que el objetivo es lograr que entre el 25% y el 40% -y si se puede el 50%, mejor- de las viviendas de cada promoción sean de protección oficial.
En realidad, el documento final es el compendio de otro en el que se han utilizado tres tipos de colores para identificar las propuestas de cada una de las formaciones. Se partía de una redacción general, en negro, y los grupos añadían sus matices: el PSC en azul, ICV en rojo y ERC en verde. De esa forma se confeccionó el texto final. Entre las aportaciones que llevan el sello de la formación ecosocialista se encuentran, por ejemplo, la propuesta de ampliar la reserva del suelo para vivienda protegida hasta el 50% si es posible y una muy peculiar sobre la organización del Fòrum. En ella se afirma que los debates que se organicen deben ser sobre "problemas concretos y reales, bajo el paraguas de la ONU y con personas directamente implicadas". Entre las introducidas por Esquerra figuran, por ejemplo, las relativas a la necesidad de impulsar la investigación y a la ampliación del parque científico y el portal del conocimiento.
El pacto no ha cerrado, en cambio, la asignación de los distritos, salvo dos: ERC gobernará el de Gràcia (Ricard Martínez) e ICV el de Horta-Guinardó (Elsa Blasco). El resto, que corresponderá a socialistas, no está aún del todo decidido, bien a causa de las reservas expresadas por algunos concejales, bien por dudas en la elección del perfil más adecuado para algunos de ellos.
Fuentes municipales señalaron que la asignación de los distritos se cerrará la semana próxima. Mientras, todo parece indicar que Carles Martí dejará Sarrià para desplazarse a Ciutat Vella. Assumpta Escarp tiene bastantes probabilidades de gobernar el Eixample, y Pere Alcober, de permanecer en Sants. Para Les Corts suena el nombre de la nueva concejal del PSC Montserrat Ballarín, y para Sarrià se perfilaba Katy Carreras. En Sant Martí casi se daba por segura la continuidad de Francesc Narváez y se hablaba de Imma Moraleda para Sant Andreu o Nou Barris. Tampoco estaba del todo claro si Maravillas Rojo asumiría alguna responsabilidad en el territorio.
Mientras, la oposición en el consistorio, formada por CiU y el PP, acogía con críticas el pacto de gobierno. A juicio de Xavier Trias, presidente del grupo municipal de CiU, Barcelona no podrá avanzar porque el PSC, ERC e ICV "estarán más preocupados por vigilarse mutuamente". Trias cree que el pacto firmado ayer contiene "promesas" que los mismos "protagonistas" hicieron hace cuatro años y que "no han cumplido". Como ejemplo de la vigilancia que ejercerán unos sobre otros citó el hecho de que las presidencias y vicepresidencias de las comisiones no estén en manos del mismo partido político: "Bajo el argumento de la corresponsabilidad se oculta una enorme desconfianza que hará que el equipo de gobierno emplee más tiempo en fiscalizar y revisar la acción política de unos y otros".
Por su parte, el presidente del PP en el Ayuntamiento, Alberto Fernández Díaz, opina que el mandato empieza ya con una crisis importante en el gobierno municipal. Se refería a la decisión de Ernest Maragall de renunciar al acta de concejal para dirigir la oficina electoral de su hermano Pasqual Maragall en las próximas autonómicas. "No me creo las excusas que ha dado", dijo el concejal del PP.
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