Powell intenta salvar la Hoja de Ruta con una nueva cumbre
Colin Powell intentará salvar la llamada Hoja de Ruta para la paz en Oriente Próximo con una nueva reunión en Áqaba (Jordania), el lugar donde George Bush, Ariel Sharon y Mahmud Abbás, Abu Mazen, celebraron una cumbre la semana pasada. El jefe de la diplomacia de EE UU ha convocado, en principio para el próximo día 22, al secretario general de la ONU, Kofi Annan, al ministro de Exteriores ruso, Ígor Ivanov, y a representantes de la Unión Europea. Washington cree que aún hay posibilidades de salvar la Hoja de Ruta, pese al recrudecimiento de la violencia, si se consigue implicar en el proceso a todos los países de la región y aislar a Hamás.
George Bush, que asumió un compromiso público con el plan de paz y arriesgó parte de su prestigio entre el electorado conservador con la cumbre de Áqaba, ha optado por retirarse a un segundo plano y ceder la gestión de la crisis a Powell y Condoleezza Rice, su asesora de Seguridad Nacional. Numerosos parlamentarios y cargos públicos republicanos se han declarado molestos por las críticas de Bush al Gobierno de Sharon, el pasado martes. El presidente de EE UU afirmó que el intento de asesinar a un líder de Hamás y los asaltos contra campos de refugiados perjudicaban los esfuerzos por la paz. Amplios sectores de su partido consideran, sin embargo, que Israel tiene el mismo derecho que EE UU a defenderse del terrorismo con cualquier medio a su alcance.
La Casa Blanca parecía haber cedido ayer y sus portavoces reconocían que Sharon no podía cruzarse de brazos ante la violencia de Hamás, aunque matizaron que ello no implicaba que dieran carta blanca a Israel para lanzar nuevos ataques con helicópteros y asesinatos selectivos. Rice declaró en Los Ángeles que era imprescindible "movilizar" al resto de los países de la región. "Los países árabes deben ejercer toda su influencia sobre los palestinos, cortar todas las fuentes de financiación del terrorismo y aislar a los violentos", dijo.
