Eresbil inicia con Escudero la edición de partituras de compositores vascos

El Archivo de Compositores Vascos, Eresbil, iniciará con la edición de 11 de las partituras sinfónicas más importantes del maestro Francisco Escudero un ambicioso proyecto para publicar obras de músicos vascos y propiciar así su difusión. "Las partituras tienen que estar limpias", dijo ayer el director de Eresbil, Jon Bagüés. De otra forma, es difícil que las orquestas se animen a incluirlas en su repertorio, explicó.

La edición de las obras de Escudero, fallecido el 7 de junio de 2002, es un proyecto a tres años, que cuenta con el respaldo económico (una partida de 63.000 euros) de la Diputación de Guipúzcoa. No es una iniciativa aislada, sino que se enmarca dentro del proyecto de Eresbil de conformar una colección de partituras impresas de los compositores vascos.

La institución, creada en 1974, guarda casi 80.000 composiciones, muchas de ellas manuscritas. Hasta la fecha, sólo ha editado seis creaciones de Norberto Almandoz y considera que tiene aquí su asignatura pendiente. "Nuestra función no sólo consiste en guardar música", afirmó Bagüés, "sino también en difundirla", por lo que disponer exclusivamente de manuscritos impone un techo a esa labor. Así lo constató la consejera de Cultura, Miren Azkarate, en la última reunión del comité artístico de la Orquesta Sinfónica de Euskadi y así lo transmitió ayer: "Me dijeron que muchas no son partituras legibles y que si a ellos les resulta difícil abordarlas, ¿cómo van a ponerlas en manos de directores invitados?"

La publicación de las obras de Escudero, entre ellas el oratorio Illeta, correrá a cargo de la editorial Tritó, que tiene bases en las que asentar su trabajo. El hecho de que la mayoría de las obras hayan sido estrenadas facilita esta labor, según Bagüés. "Iniciamos el proyecto con la parte más difícil, la sinfónica, pero ya estamos en contacto con otras editoriales e instituciones para promover la publicación de partituras de otros autores vascos", apostilló.