Tráfico retiró el año pasado más de 5.000 carnés de conducir

La Dirección General de Tráfico (DGT) retiró el año pasado el carné de conducir de manera temporal o definitiva a un total de 5.020 ciudadanos vascos por cometer infracciones graves o muy graves. Esta cifra de permisos suspendidos representa un 7,3% más que en 2001, año en el que entró en vigor la nueva Ley de Seguridad Vial. En su mayoría, la inhabilitación no superó los tres meses de duración. Los principales motivos para la suspensión fueron circular bajo los efectos del alcohol, rebasar los límites de velocidad y conducir de forma negligente o temeraria.

De los 5.020 permisos retirados, Tráfico suspendió 1.025 en Álava, 1.639 en Guipúzcoa y otros 2.356 en la provincia de Vizcaya. Los más numerosos son los de la categoría B, que corresponde a los turismos, seguidos por la categoría C, correspondiente a camiones. A pesar de que los 5.020 carnés retirados el año pasado pueda parecer una cifra muy significativa, Euskadi no es de las comunidades más sancionadas. Asturias, Castilla y León y Galicia figura, proporcionalmente a su cifra de conductiores y en algunos casos por número total de retiradas, entre las autonomías más castigadas.

La aprobación de la Ley de Seguridad Vial ha contribuido a que aumenten las retiradas de carnés en toda España, ya que la norma modificó el anterior reglamento, endureciendo las sanciones para los conductores en un intento de cortar la sangría de muertes que causan los accidentes de circulación. La ley fue duramente criticada por las asociaciones de conductores, ya que prevé la revocación del permiso a los automovilistas que acumulen, en el plazo de dos años, dos faltas muy graves o graves. Y es que el número de muertos en las carreteras no deja de crecer año tras año.

En un intento de frenar la mortalidad en las carreteras de la comunidad autónoma, el Departamento de Interior ha diseñado un Plan Estratégico de Seguridad Vial para el periodo 2003-2006. Su objetivo es reducir en un 20% el número de víctimas mortales en accidentes de tráfico en los próximos cuatro años. Además de un compromiso político, supone un "reto social", según el director de Tráfico del Gobierno, Jesús Arana.

El plan se estructura en varias mesas de trabajo, que van desde cursos de educación vial para padres y educadores hasta formación vial para los conductores y profesores de autoescuelas. El acondicionamiento y la mejora de la señalización en las carreteras, la organización de diferentes campañas de concienciación, la homogeneización de las medidas de vigilancia y control en las tres provincias y el fomento de la investigación científica y técnica son el resto de apartados que integran la estrategia del Gobierno.

Entre las campañas previstas, a finales del año pasado se puso en marcha una sobre el uso del cinturón de seguridad. Según un estudio realizado por el Departamento de Interior con los datos de los siniestros ocurridos en los últimos ocho años, uno de cada tres fallecidos en accidente de tráfico en las carreteras vascas no llevaba abrochado su cinturón. A lo largo del año 2001, la Ertzaintza cursó un total de 5.340 denuncias por no utilizar este sistema de seguridad. En Guipúzcoa se contabilizaron 1.713 casos, en Vizcaya 2.997 y en Álava 630.

Cursos de reeducación

Otra de las iniciativas desarrolladas por Interior ha sido la organización de cursos para reeducar a los condenados por delitos de tráfico. El primero se realizó en mayo del año pasado y en él tomaron parte cinco personas, todas ellas reincidentes en delitos contra la seguridad del tráfico y que se enfrentaban a penas de cárcel de diversa duración, la mayor parte de ellos por conducir bajos los efectos de bebidas alcohólicas. Fue el primer curso de estas características que se desarrolló en toda España. Estas medidas reeducadoras para los infractores de las normas de circulación figuran en la Ley de Seguridad Vial.

Alrededor de un 10% de las pruebas de alcoholemia que practica la Ertzaintza durante cada año, ya sean de carácter preventivo, por infracción o accidente, dan positivo.

Al margen de los programas de Interior, el PSE pretende presentar una proposición no de ley en el Parlamento instando a Educación a que analice la viabilidad de introducir la parte teórica del carné de conducir en la Educación Secundaria. De esta manera, los jóvenes podrían ahorrarse ese coste cuando vayan a sacarse el carné al cumplir 18 años y se concienciarían antes de la importancia que tiene respetar el Código de Circulación, según los socialistas.