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GUIÑOS
Columna
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'Os nenos de San Francisco'

Después de su maratoniana primavera fotográfica, el Photomuseum de Zarautz cuelga en las paredes de su sala un trabajo sobre Os nenos de San Francisco de Ricard Terré (Sant Boi de Llobregat, 1928). Este autor es uno de los más destacados de la generación AFAL (Asociación Fotográfica de Almería), un grupo reconocido internacionalmente por desarrollar una fotografía de vanguardia entre 1956 y 1962 y cuyos trabajos han merecido los mejores aplausos y reconocimientos. Sus fotografías forman parte de colecciones tan prestigiosas como la del MOMA de Nueva York e incluso alguna de ellas está en la selección realizada por Henry Cartier Bresson para la fundación que lleva su nombre, precisamente inaugurada el pasado mes de mayo.

Terré trabaja un tipo de fotografía que, más allá de las cuestiones sociales, enseña situaciones chocantes del mundo que le rodea y, aparentemente, las acepta con gran naturalidad. Con todo, aparte de su mayor o menor encaje de las escenas que transcurren delante de sus ojos, sus constataciones visuales se entretienen en paisajes humanos poco habituales, por lo que resultan muy llamativos al más común de los espectadores de la vida cotidiana y en algunos casos pueden resultar hasta morbosos. Es un recurso no siempre bien aceptado, pero que sirve sin embargo para que sus imágenes alcancen mayor trascendencia y difusión. La serie de los Niños de San Francisco encaja en los parámetros indicados. El tema surgió de un encargo del equipo del Centro de Estudios Fotográficos de Vigo, ciudad donde reside el autor desde 1959, para su proyecto Vigo-Visions. El escenario elegido para la toma de las fotografías fue el centro de educación especial San Francisco.

Allí encuentra el artista algo muy distinto a lo que ofrecen los espacios abiertos. Lejos del intenso ritmo que impone este puerto gallego, su objetivo se centra en los chiquillos allí acogidos que encuentra. De ellos refleja la inocencia, la sonrisas, la esperanza y, por supuesto, el drama humano. Nos traslada a un universo donde manda el esfuerzo por superar las dificultades de unas personas discapacitadas en un proceso de aprendizaje complejo. Aunque en ocasiones el contenido de las fotografías resulten difícil de explicar, es evidente que ayudan a mejor entender la humanidad. Sobre todo cuando se trata de instantáneas donde intervienen composiciones de gran finura y protagonistas totalmente entregados con su energía arrolladora.

En esta serie de fotografías, como se indica en el catálogo, "hay momentos para la soledad, para la comunicación y el encuentro, para el esfuerzo y la superación, para la expresión estética y para la fiesta".

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