Los afectados por el síndrome Ardystil logran un seguimiento clínico común 11 años después
Sanidad descarta un mayor riesgo de contraer cáncer entre estos trabajadores de aerografía
El síndrome Ardystil se cobró su primera víctima (al final fueron seis) el 14 de febrero de 1992. Once años después, Sanidad ha diseñado un protocolo de seguimiento clínico dirigido a sistematizar la vigilancia sanitaria de los trabajadores que hasta 1992 estuvieron en contacto con las sustancias tóxicas emanadas de la estampación textil con pistola en empresas de Alcoi y Cocentaina. A partir de los informes individualizados ya existentes y de comparaciones estadísticas, la consejería descartó que exista un exceso de riesgo de desarrollar tumores en 320 trabajadores estudiados.
"Estamos muy contentos de que se sistematice el seguimiento de los enfermos, pero creemos que el documento se debería haber elaborado antes", apuntó ayer Amparo Pascual, presidenta de la comisión de afectados tras recibir la propuesta del plan de vigilancia sanitaria de manos del director general de Salud Pública, Manuel Escolano.
El programa plantea hacer un seguimiento periódico del aparato respiratorio, reproductivo, endocrino, el sistema nervioso, la sangre, riñones e hígado de "aquellos trabajadores perteneciente al colectivo de afectados que voluntariamente quieran estar incluidos", una cifra que podría alcanzar los tres centenares. Hasta el momento 69 personas siguen tratamientos médicos por haber resultado afectados, en mayor o menor medida.
El objetivo de este estudio es comparar la evolución clínica y permitir fijar la atención sanitaria de todo el colectivo a través de un patrón común que permita detectar efectos secundarios comunes a medio o largo plazo. Hasta el momento el seguimiento de los enfermos era individualizado, como recordó ayer Pascual, y fundamentalmente centrado en los efectos neumológicos. Escolano apuntó ayer que al margen de las afecciones pulmonares y los síntomas que describen los enfermos -cefaleas, pérdidas de memoria, alteraciones de la sensibilidad, dolores óseos o problemas menstruales- hasta el momento no se han descrito otro tipo de lesiones no inmediatas. En parte, explicó porque no existen casos similares en los que comparar, y, también, porque cabe la posibilidad de que no haya pasado el tiempo suficiente para que se puedan manifestar.
Además, se carecía de un programa como el presentado ayer para poner en común la situación clínica de los enfermos. De hecho, el primer resultado del estado de salud comparado de los trabajadores está previsto que se presente en diciembre de este año.
Sí se ha elaborado un análisis para determinar si los cuatro casos de cáncer que se han descrito tienen relación con la exposición a los gases nocivos que se producían en la aerografía textil y que se asocian con los problemas pulmonares. La conclusión de los técnicos de Salud Pública es que no existe un exceso de riesgo de contraer tumores para trabajadores ya que las tasas detectadas son similares con las de la población en general. Escolano, sin embargo, se mostró cauto y apuntó que no existen evidencias "hasta el momento" de éste u otros efectos secundarios que puedan surgir con el tiempo.
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