El Ayuntamiento inició 2.382 nuevos pisos protegidos a lo largo de 2002

La Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) inició el año pasado 2.382 nuevos pisos protegidos, terminó otros 962 y entregó 1.891 más. Éstos son algunos datos de la memoria de gestión de esta entidad presentada ayer por el alcalde en funciones, José María Álvarez del Manzano, y el edil de Vivienda (también en funciones), Sigfrido Herráez. Todas estas obras supusieron una inversión de 174 millones de euros, un 30% más que en 2001.

De las 2.382 viviendas iniciadas, la mayoría (1.136) son de protección pública, es decir, casas de menos de 90 metros para personas con ingresos de 2,5 a 5,5 veces el salario mínimo interprofesional (451 euros al mes); otras 870 de precio tasado (de más de 90 metros) y 376 para familias con recursos inferiores a 2,5 veces el salario mínimo. Herráez destacó que en la construcción de todos estos pisos han colaborado arquitectos de fama internacional como David Chipperfield, Legorreta o el estudio holandés MVRDV, y calificó de "récord" que el año pasado la EMV ejecutase el 97% de su presupuesto.

El edil también resaltó algunas iniciativas de la EMV para que sus edificaciones sean más ecológicas, como las desarrolladas en el polideportivo que se construye en los cuarteles de Daoiz y Velarde (Retiro) y en pisos del Ensanche de Vallecas.

Dentro de los planes de reforma de barrios envejecidos, la memoria de la EMV hace hincapié en la declaración de dos nuevas áreas de rehabilitación preferente, la de Huertas-Las Letras y la de Tetuán. Pero es precisamente en la rehabilitación de un barrio emblemático como Lavapiés donde todavía queda una asignatura pendiente: la erradicación de 2.000 infraviviendas. Desde 1997 sólo han sido realojados en pisos dignos un 10% de los vecinos que habitan casuchas mal ventiladas.

Otro de los asuntos pendientes para la EMV es el desmantelamiento del poblado chabolista portugués de Pitis (Fuencarral). El Consistorio preveía tener realojados en pisos, para el año pasado, a cerca del centenar de familias que lo habitan, pero por ahora sólo una cuarta parte ha sido trasladada a viviendas