_
_
_
_
VISTO / OÍDO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pax americana

Y Bush dijo a Chirac: "Podemos tener desacuerdos, pero eso no quiere decir que tengamos que ser desagradables uno con otro": lástima que no sea verdad. Allí y aquí, el desacuerdo se hace insulto y amenaza. Bush en desacuerdo con los talibán y con Sadam Husein fue algo desagradable, y continúa. Hoy lo está siendo con los palestinos; apoyado por los reyes del petróleo y los dictadores estables. Hacen bien: están en la misma guerra, pero en el lugar del suceso, y con súbditos para quienes el islamismo es una revolución: cómo estar con ellos de forma que sus cabezas se mantengan en el egregio cuerpo, y al mismo tiempo con Bush, es una cuestión que el propio Bush salva con su Hoja de Ruta. Primero, se han quitado de en medio a Arafat, como si fuera culpable. Y es que era un símbolo. Le momifican, le ponen un jefe de Gobierno -y el país no existe- dialogante. El principio está en que cesen los ataques a Israel. O sea, tapar el terrorismo, tema mágico de nuestro tiempo ("Un fantasma recorre el mundo...", empezaba el manifiesto comunista de M. y E.), indiscutible, que otra vez acaba con las pluralidades o las maneras de enfocar el tema de que se trate. No sé si podrán: no depende de los figurones. Pero Bush cree que los actuales terroristas, suicidas o santos guerreros, ya no tienen apoyo de Irán ni de Siria. Si aún continúan, no costará trabajo destruir a los dos países, y quizá algún otro: Líbano está en la lista, y es lógico que le pase ¡otra vez! de todo, si está con Siria.

Por otra parte, Sharon podrá seguir destripando casas de palestinos, a veces con familias dentro, y disparando contra los críos que tiran piedras; no siendo terrorista, no puede tener hostilidad de nadie. Dijo lo esencial: que sus fuerzas son ocupantes. Ya señalé la ira de los extremistas de Israel, y de algunos países más, porque el vocabulario es para muchos la esencia del mal, y si va unido a la razón, el peor, porque la razón no era más que la filosofía de los ilustrados franceses: debía haber dicho "liberación". Pero sabía lo que decía: llevarse unas tropas, y hasta desmantelar los asentamientos judíos (todavía no ha dicho "colonización") y aceptar, por fin, que Palestina es un Estado: como lo era antes de que Israel lo ocupase y montase la cabeza de puente de Estados Unidos (y hasta de Gran Bretaña, que hoy es otro satélite).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_