Barberá otorga la gestión del complejo de Abastos a un condenado por estafa
El Ayuntamiento de Valencia incumple la ley de contratos de la Administración
El Ayuntamiento de Valencia ha adjudicado la gestión del complejo deportivo de Abastos, inaugurado unos días antes de las elecciones, a una UTE (Unión Temporal de Empresas) cuyo representante legal es un empresario condenado por estafa en noviembre de 2000. De esta forma, el consistorio incumple la ley de contratos de la administración pública, que inhabilita a cualquier adjudicatario que haya sido procesado durante los últimos años.
Fernando Martín Rivera, dueño del gimnasio Marvá, fue condenado por la Audiencia de Valencia a cuatro meses de arresto mayor y al pago de una indemnización de 8.654 euros (1.440.000 pesetas) por ofrecer e impartir en 1994 un fraudulento curso de formación de técnico elemental de aeróbic. El título no era reconocido por la Federación Española de Gimnasia (FEG).
"Publicar esto ahora me parece inoportuno", afirmó ayer a este diario Fernando Martín Rivera; "no sólo me perjudica a mí, sino a unas empresas cuya gestión es modélica". Martín Rivera es el apoderado de Nitram Pool, una de las tres empresas que forma la UTE que gestiona el complejo de Abastos, inaugurado por el Ayuntamiento unos días antes de las elecciones del pasado 25 de abril. Además, figura como representante legal de la UTE y desempeña el cargo de gerente del recinto.
La UTE que gestiona Abastos obtuvo la mayor puntuación de las seis empresas que se presentaron al concurso. Sin embargo, su oferta no fue la mejor valorada por la oficina económico-financiera del Ayuntamiento, cuyo informe tiene un peso mínimo. En cambio, la Fundación Deportiva Municipal, un organismo dependiente de la administración pública, inclinó finalmente la balanza a favor de la adjudicataria de la que forma parte Nitram Pool. Por una razón: le dio la mayor puntuación en el apartado de mejoras, el más subjetivo; gestión y equipamiento.
"Desconocía", indicó ayer Cristóbal Grau, el concejal de deportes del Ayuntamiento, "que Fernando Martín, a quien no conozco, hubiera sido condenado por estafa. En todo caso, aportó la documentación correcta y según los criterios administrativos su oferta técnico-deportiva era la mejor".
La oposición y los sindicatos han criticado en los últimos meses el "arbitrario" criterio del Ayuntamiento de Valencia a la hora de adjudicar la gestión de los complejos deportivos municipales. En este sentido, el Consistorio le adjudicó sin previo concurso a la Federación de Natación de la Comunidad Valenciana (FNCV) la gestión del complejo de la Petxina, cuya inauguración está prevista a final de año. Lo mismo ocurrió con el complejo de Patraix, la piscina de Ayora y el polideportivo de Orriols. En todos estos casos, el Ayuntamiento soslayó la ley de contratos de la administración, que establece que la explotación de instalaciones debe salir a concurso público. El Consistorio aduce que la junta rectora de la Fundación Deportiva Municipal es la que decide "dependiendo de las características de la obra".
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