Detenido el marido de la mujer asesinada en Zaragoza

"No ha tenido un día feliz en su vida", sostienen quienes conocían a Rosario Toro. Esta mujer de 35 años, madre de ocho hijos, murió apuñalada, presuntamente por su marido, la madrugada del domingo en Zaragoza. El esposo, José Ignacio López Montoya, de 39 años, permanece detenido. Con este caso se elevan al menos a 29 las mujeres muertas a manos de parejas o ex parejas en lo que va de año.

Rosario Toro era ya abuela de dos nietos. Se casó a los 14 años con López Montoya, un hombre de talante violento, que salió de prisión el pasado 27 de mayo tras cumplir una condena de cinco años por intento de homicidio. La pareja tenía un hijo mayor de edad, dos tutelados por el Gobierno de Aragón, cuatro otorgados en adopción y un bebé de dos años que ella escondía celosamente para evitar que pasase a la tutela de los servicios sociales. Para evitarlo, la mujer incluso rehusó pedir el Salario de Inserción Social.

López Montoya no daba un momento de tregua a su mujer, que tuvo que dedicarse a la mendicidad para mantener a sus hijos. El cuarto trastero donde apareció muerta era un lugar inhabitable que le servía de refugio. Debió abandonar su domicilio anterior por falta de recursos.

Algunos testigos aseguran que la noche de la muerte vieron beber al marido y que luego fue en busca de su mujer. Los gritos de ella alertaron a los vecinos, que llamaron a la policía. Los agentes encontraron muerta a Rosario Toro, cosida a puñaladas.

Pero ya antes hubo malos tratos. Según los vecinos, se producían con cierta frecuencia. Ella se esforzaba por sacar adelante a sus hijos, incluso acudía a cursos de alfabetización, pero no salía de la miseria. Su último hijo, de dos años, estaba en la cuna del cuarto trastero cuando su madre murió apuñalada. Algunos vecinos aseguran que José se lo llevó en su huida hasta que fue detenido por la policía. Ayer, el marido declaraba en dependencias policiales antes de pasar a disposición judicial.