Un vecino de 86 años fallece en soledad en su casa de Ciudad Pegaso
Abilio Pastrana Gil, un vecino de 86 años de Ciudad Pegaso (San Blas), murió solo en su domicilio la madrugada del pasado domingo. La mujer que le limpiaba la casa y se cuidaba de atenderlo fue la que dio la voz de alarma el domingo por la mañana, ya que el anciano no le contestó las reiteradas llamadas que le hizo por el portero automático y por el teléfono.
Pastrana vivía en el primer piso D del número 7 de la avenida Número Dos de Ciudad Pegaso. La empleada del hogar acudió por la mañana a su domicilio y no recibió respuestas a sus llamadas. Avisó a las vecinas para saber si le habían visto en las últimas horas, cosa que no había sucedido. Al ver que tampoco respondía al timbre de la puerta, intentaron contactar con una vecina del mismo inmueble que tenía una copia de las llaves de la casa. Cuando ésta apareció por la tarde, no pudieron abrir la puerta, ya que el anciano tenía puestas las llaves por dentro. "Llamamos a la policía y a los bomberos, que entraron por la terraza del edificio. Al principio pensaron hacerlo por el patio interior, pero era más complicado", comentó una vecina.
El fallecido estaba dentro de la cama y había muerto la madrugada del domingo, unas 15 horas antes de que fuera encontrado. Unos facultativos del Samur-Protección Civil desplazados al lugar sólo pudieron certificar la muerte del anciano.
Teleasistencia
Los vecinos calculan que Abilio Pastrana falleció de madrugada, ya que vieron luces encendidas en el cuarto de baño pasada la medianoche. También escucharon cómo el anciano se dirigía despacio apoyándose en su bastón a su dormitorio. "Si la chica que le cuidaba no llega a insistir en que venía ayer [por el domingo], no le hubieran encontrado hasta pasados varios días. Debió de morir mientras dormía, porque siempre llevaba el aparato de la teleasistencia en la muñeca. Decía que le era más cómodo que llevarlo en el cuello", señaló una vecina.
Pastrana vivía en Ciudad Pegaso desde hacía 43 años, cuando fue construida esta colonia para trabajadores de Empresa Nacional de Automoción, SA (Enasa), que fabricaba los camiones Pegaso. Allí fue uno de los jefes de la factoría, según sus vecinos. Su esposa, Angustias López, falleció hace cuatro años en una residencia. Él se negó siempre a abandonar su domicilio, por lo que residía solo desde hacía unos ocho años. El matrimonio no tuvo hijos y casi nula relación con el resto de la familia. "Cuando vivía su esposa, iba todos los días a verla, pero él, a pesar de que tenía bastante dinero, no quería estar allí", señalaron sus vecinas.
El fallecido será incinerado hoy a mediodía en el cementerio de la Almudena.
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