Mercedes Ferrer retrata lo que pasa en 'Tiempo real'

Considerada la eterna promesa del pop femenino español, la madrileña Mercedes Ferrer llevaba cuatro años sin publicar un disco. Lo hace ahora con Tiempo real -también en formato disco-libro- con el que, según ella, "inicia una nueva etapa". Su anterior trabajo, Generaciones, era, además, un recopilatorio con un par de canciones nuevas, así que su nuevo disco es fruto de la experiencia creativa y vital de mucho tiempo en el que la artista cree haber "cambiado en muchas cosas".

"El concepto tiempo real se repite mucho hoy en día, tanto en el mundo de la información, los ordenadores, las grabaciones como en el de la televisión o en cualquier otro", dice Mercedes al intentar explicar el título de su nuevo disco. "Tanta información como tenemos ahora, siempre en tiempo real, genera planteamientos individualistas, y eso no es malo si te lleva a pensar que realmente sí puedes hacer algo desde tu faceta personal. Hay esperanza, pues yo creo que con una canción o un artículo, se pueden cambiar muchas cosas".

Así que no hay mensaje pesimista cuando Ferrer quiere recalcar que su nuevo disco no es más que el reflejo de las cosas que pasan. "Hoy puedes ver", dice la cantante, "la guerra en directo, o sea, en tiempo real, y desde el otro lado del televisor no puedes hacer nada. Te sientes impotente, pero esto puede tener otras lecturas: no puedes modificar las cosas que ves en la tele, pero sí ver dónde está para ti el bien y el mal, y eso te permite tener un juicio por ti mismo".

Tiempo real es el fruto de las experiencias vividas por Mercedes Ferrer en estos años, entre ellas un viaje a los campamentos de refugiados saharauis en la Semana Santa del 2000: "Fue duro vivir en el desierto con una familia de allí, pero lo que recibes a cambio es increíble. Le puse mi disco Tiempo futuro al padre de familia saharaui de la jaima en la que viví, y me dijo que era muy bonito pero que no era yo del todo, que no sonaba español ni tocaba mi grupo. Eso me hizo replantearme muchas cosas, viniendo de una persona con tanto arraigo a su cultura. Me dijo que debía pensar en mi raíz y en mí misma. Me influyó tanto que decidí que yo no tenía, ya que delegar la producción ni la música en personas ajenas a mí. Eso ha imperado en todo el disco".

El nuevo disco se abre con A otro lado, compuesta desde el horror al día siguiente del 11-S: "Parece que los tiempos hacen que lo negro parezca blanco, y Dios el diablo, pero creo bastante en el ser humano y espero una reacción que cambie las cosas, pues al final las cosas funcionan, siguen naciendo niños, publicándose libros o discos. La vida sigue. En el fondo soy optimista". Tiempo real empieza acústico y termina acústico, pero entremedias hay rock, guitarras, pop y electrónica. La artista cree que eso también es fruto de los tiempos, ya que "es normal trabajar con ordenadores". "La electrónica está aquí como reinterpretada, son sólo pinceladas. Trabajar en casa con programaciones es algo muy positivo que han traído los tiempos, pero sigo creyendo que lo importante es la canción. Y yo lo que intento es sólo eso: hacer canciones". En las nuevas de Mercedes Ferrer hay más carga social y compromiso: "Se han pasado los años frívolos, se han invertido las propuestas artísticas. El momento exige de los artistas, o de quien sea, respuestas. Hay una tendencia más de conciencia. El momento social plantea cosas tan alucinantes, como eso del eje del bien y eje del mal y el terror absurdo, ante lo que no se puede permanecer impasible".