Asia tose, pero el mundo no se constipa
Los efectos económicos del síndrome respiratorio agudo afectarán sólo al crecimiento de la zona
Mientras las dudas sobre el origen y el contagio del síndrome respiratorio agudo y severo -SARS, en sus siglas en inglés- persisten, los efectos económicos que la enfermedad está teniendo se circunscriben, de momento, a los países asiáticos afectados. Allí el SARS dará un mordisco al crecimiento del producto interior bruto, pero la neumonía no afectará a la evolución de la economía internacional, según los analistas.
Un punto de preocupación es la evolución de la inversión extranjera. China recibió el año pasado 52.000 millones de dólares del exterior
Jueves a las 22.00 horas. Aeropuerto de Madrid-Barajas. La terminal está prácticamente vacía cuando dos menudas asiáticas se dirigen a un mostrador de facturación con sendas mascarillas puestas. El auxiliar las atiende cordialmente y, después, comenta a sus compañeros: "La verdad, que no hace gracia".
El síndrome respiratorio agudo severo causa inquietud. Y, en el terrreno económico, algo más que eso. Sólo en turismo, el sector más afectado, se llevará por delante unos tres millones de empleos, según los datos del World Travel & Tourism Council (WTTC). El virus ha ido a aparecer en un momento delicado para muchos países del sureste asiático, que, según el Banco Mundial, están atravesando los problemas más importantes desde la crisis financiera de 1997 y 1998. Cómo los superen depende, en primer lugar, del control de la enfermedad, y de su situación económica, pero los efectos se harán sentir este año, y en los casos más pesimistas, también el que viene.
De momento, y a la espera de ver cómo evoluciona el SARS, las previsiones de crecimiento para toda la zona se rebajan. El Economic Intelligence Unit, por ejemplo, ha reducido en abril las estimaciones de crecimiento que hizo en marzo para este año entre 0,4 y 2,2 puntos. Hong Kong, la ciudad más castigada por el SARS en esos momentos, sería, según sus previsiones, la zona más afectada, hasta el punto de situar el crecimiento del PIB sólo en el 0,3%, muy por debajo del 2,4% que calculan los bancos. Y es que los efectos del virus sobre la economía tardarán en conocerse de forma más precisa. De momento, sólo hay indicadores que sugieren que la neumonía circunscribirá los efectos sobre el crecimiento del producto interior bruto a los países directamente afectados y su zona de influencia en aproximadamente un punto. Eso, según el servicio de estudios de Caja Marid, supondría dos décimas menos en la economía mundial
Superávit
El hecho de que China, el país más fuerte de la región, tenga superávit tanto con Europa como con Estados Unidos parece que salva a estas dos zonas del contagio. "La fortaleza de sus exportaciones es el mejor colchón de la economía china", ha escrito Andy Xie, analista de Morgan Stanley. "Si las exportaciones siguen fuertes, China podría recuperarse". Crecería algo menos -entre un 0,4% y un 0,7%, segun algunos análisis- y disminuiría su superávit, pero no extendería los males al exterior.
Los datos de abril confirman que el SARS está incidiendo, sobre todo, en el consumo doméstico -las ventas al por menor han caído un 1,5%- y menos en las exportaciones e, incluso, en la producción industrial. En culquier caso, Xie afirma que no hay un día D para el final del SARS y que la recuperación del consumo tardaría en producirse entre dos y tres trimestres.
Si la expansión del virus estuviera controlada a finales de junio, Yu Lai Boon, analista de Jones Lang LaSalle, piensa que la recuperación del consumo en China podría darse en el último trimestre de este año.
Un punto de preocupación es el referente a la inversión del exterior. En 2002 China recibió 52.000 millones de dólares de inversión directa, y este año el ritmo de crecimiento podría desacelerarse -y con ello, aumentar el desempleo-, ya que algunas corporaciones empresariales han empezado a ver el riesgo de concentrar demasiados recursos en el país y se plantean cierta diversificación en favor de otros países emergentes, por ejemplo, en América Latina. Si la extensión del virus se sigue produciendo hasta final de julio, el Centro de Información de China calcula que podrían perderse 17.000 milones de dólares, sólo en exportaciones e inversión exterior.
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