"Estoy saboreando una fase de absoluta espontaneidad"
Björk ha vuelto a su espacio natural, al escenario, en una gira mundial que le llevará a lo largo del verano desde Europa hasta Japón y Estados Unidos. Ayer actuó en Valencia, dentro del festival Eclèctic, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, acompañada del dúo tecno Matmos, la arpista Zeena Parkis, la teclista Leila Arab y el Octeto de Cuerdas Islandés. Mañana recala en Madrid y el próximo día 13 visita el Festival Sonar. En ruta por la autopista, con el balbuceo de fondo del último miembro de la familia, una niña de siete meses, la artista islandesa, a sus 37 años uno de los mitos del pop de calidad, conversa por teléfono sobre la exhaustiva serie compilatoria de actuaciones en directo que lanza próximamente. Embarcada también en la fase inicial de un nuevo proyecto discográfico, algunas de cuyas canciones estrena en la gira, Björk se declara "superexcitada de no tener un plan concreto por primera vez en cinco años".
"Creo que los músicos podrían ayudar más haciendo mejor música"
Pregunta. ¿Cómo se siente de vuelta en la carretera?
Respuesta. Estoy encantada porque los conciertos son muy importantes para mí. He tenido que ajustar los arreglos de mi viejo repertorio, lo cual me fascina. Y, además, presentamos temas nuevos que aún no he grabado. Estas canciones madurarán a lo largo de la gira de forma que cuando regrese al estudio, en el otoño, serán completamente distintas. Estoy muy ilusionada.
P. ¿Qué forma cree que tomarán los nuevos temas de su próximo disco, The lake album?
R. Eso se verá a lo largo de la gira. También puede resultar peligroso. Normalmente, prefiero grabar cada canción una vez que ha tomado forma y rearreglarla para el directo. Cuando siento que he descubierto el carácter de una pieza, puedo entonces cubrirla con sonidos adicionales. A veces es divertido hacer cosas diferentes, contradictorias.
P. ¿Le arrastra mucho la experimentación?
R. Sí, es importante probar cosas nuevas. En mi primera gira, ensayé a conciencia, todo estaba inmaculado, y resultó divertido durante un par de actuaciones. A partir de ahí, se estancó, se quedó medio moribunda. Ahora prefiero dejar flecos sin ultimar para que se moldeen en unos cuantos conciertos. Hay que dejar que la gira descubra su dinámica, que se convierta en su propio animal para que sea realmente buena.
P. Lanza en el verano una serie de DVD y discos de sus actuaciones y videoclips. ¿Cómo le resultó la experiencia de revisar sus diez años de trayectoria en solitario?
R. Fue aterrador pero también instructivo. Siempre he estado ocupada moviendo la cabeza sin querer mirar atrás. Nunca escuchaba mi música y sólo quería ir hacia delante. Llegó la hora de parar y escuchar mi repertorio. Me ayudó mucho. Me ha liberado y empujado a componer cosas nuevas.
P. ¿Por qué decidió parar en este preciso momento?
R. En 1996 quise hacer dos discos. Quise definir mi música en el contexto del universo. En sus dos versiones: el aspecto extravertido de mi personalidad y mi mundo interno. El primero, que se materializó en Homogenic, soy yo trabajando en el exterior, en contacto con la naturaleza, las montañas, Islandia, la ciudad... Es un disco volcánico, patriótico, romántico. En el segundo, Vespertine, quise documentar mi mundo interno, eso que sientes cuando te despiertas en la soledad de la noche y miras al universo con los ojos cerrados. Me llevó cinco años completar ambos proyectos y fue entonces cuando pensé que sería saludable revisar todo lo que había hecho. Mirar atrás y hacer una limpieza con detenimiento.
P. ¿Se llevó sorpresas?
R. Pasé medio año viendo y escuchando mis actuaciones en directo, la idea más espantosa que pudiera imaginarme. Es bastante molesto escucharse a una misma. Te vuelves muy crítico y durante unos días todo suena horrible hasta que de pronto oyes una canción que te demuestra que merece la pena el esfuerzo. Globalmente, no ha influido en mi carácter, sigo siendo la misma persona. Es algo más abstracto, más próximo a los sentimientos. Es como si hubiera nacido con una lista de cosas que debo cumplir y comprobé cuáles he hecho y cuáles no. Todavía hay días que me atormento porque siento que se está agotando mi tiempo y otros en los que creo que todo va bien. Mi ánimo sube y baja.
P. ¿Hacia dónde se orienta actualmente?
R. En estos últimos cinco años he trabajado de acuerdo a un plan muy estricto. Tenía un proyecto que debía ejecutar: Homogenic, explosivo y violento; Vespertine, pasivo e introvertido. Por fin puedo hacer ahora lo que me plazca. Ya no tengo ningún patrón y puedo componer y escribir las letras que me vienen en gana cualquier mañana. Estoy saboreando esta fase de total espontaneidad. Me motiva no tener un plan concreto.
P. Ante la situación mundial actual, ¿cree que debe cumplir un papel especial?
R. Hace unos años creí que la humanidad avanzaba hacia una situación utópica en la que predominaría la amistad. No resultó una visión muy realista. En los tiempos que corren me parece crucial entregarme al 100% en mi trabajo para demostrar a los políticos que hay más cosas en el mundo que la política. No creo que los músicos vayan a resolver los problemas con canciones de corte político. Ayudarían más haciendo mejor música.
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