"Valencia admira a Alicante"

Tras doce años en las Cortes y ocho en el Consell, Joaquín Ripoll, vicepresidente en funciones del Gobierno Valenciano, vuelve a Alicante, ciudad donde nació hace 46 años, para presidir la Diputación Provincial. Niega que su destino a medio plazo -antes de concluir el mandato que ahora empieza- sea la alcaldía de Alicante tras una eventual y rumoreada renuncia de Luis Díaz Alperi; sostiene que el presidente electo de la Generalitat, Francisco Camps, tendrá autonomía plena para formar su gobierno; afirma que su partido, el PP, ha ganado las elecciones porque sabe encajar y devolver los golpes al adversario político, y proclama que una Valencia demasiado centralista admira a una Alicante diversa. Todo eso lo dice con una timidez que le impide mirar a los ojos del entrevistador y con un tono de voz disperso que, paradógicamente, le confiere credibilidad.

"Si a veces escurro el bulto no es por timidez, es porque hay que escurrirlo"

"Francisco Camps tendrá autonomía plena para formar el gobierno y trabajar"

Pregunta. Usted llegó al Consell con Zaplana y se marcha con Zaplana.

Respuesta. He acabado un ciclo, una apuesta política que iba aparejada a Eduardo Zaplana. Creo que ese ciclo lo hemos culminado y hemos salido por la puerta grande. En el momento en que nuestro proyecto se convirtió en un gran proyecto ya no necesitamos estar tan cerca físicamente. No obstante, la marcha de Eduardo Zaplana a Madrid no me ha supuesto ningún alejamiento de él.

P. Hasta cargos de su propio partido insinúan que Díaz Alperi renunciará a la alcaldía de Alicante en no mucho tiempo en favor de usted, que en la Diputación sólo estará de paso.

R. De eso no hay nada. Eso se viene rumoreando desde hace ocho años. Ya en el 95 y luego en el 99 se decía que yo iba para alcalde y nada de nada. A veces se dicen cosas para despistar.

P. ¿A qué cree que se debe la victoria del PP en todas las instituciones valencianas?

R. A una mezcla de tres elementos fundamentales: una buena gestión en todas las institucionesciones; una buena campaña electoral, en la que hemos llevado la iniciativa y hemos hablado de las cosas que interesan a la gente; y por último y casi más importante, a que tenemos un partido muy fuerte, un partido coherente y cohexionado que encaja los golpes cuando vienen del adversario político y los aguanta y asimila cuando vienen de la opinión pública y de la sociedad. Y cuando hablo del partido también me refiero a los militantes y simpatizantes, a la gente que se ha movilizado y no sólo a los cargos públicos y orgánicos del partido.

P. La oposición asegura que Zaplana sigue y seguirá, a la sombra de Francisco Camps, gobernando la Comunidad Valenciana.

R. Eso se ha dicho, se dice y se dirá. Eduardo Zaplana es el refente del PP en la Comunidad, es el líder. Pero yo creo que Camps tendrá autonomía plena para hacer su gobierno y para trabajar después. No obstante, eso no quiere decir que Camps no consulte asuntos con Zaplana, conmigo o con otras personas. Una de las muchas virtudes de Camps es que es una persona muy dialogante. Zaplana no toma tantas decisiones personales como la gente piensa. Muchas decisiones importantes suyas están tomadas después de haber consultado a mucha gente, de dentro y de fuera de la política. Pienso que Camps va a establecer una continuidad con la política de Eduardo Zaplana.

P. Después de estudiar y de trabajar muchos años en Valencia, ¿qué visión cree hay en esa ciudad sobre Alicante?

R. En Valencia se admira a Alicante, porque es la provincia territorialmente mejor distribuida y con referentes económicos diversos. Valencia está demasiado centralizada en la capital y su entorno, pero Alicante tiene comarcas y ciudades importantes perfectamente articuladas y con la ventaja de que nadie discrepa de la idea de Alicante. Esa diversidad se admira desde Valencia, aunque es cierto que los alicantinos piensan que se les valora menos. Eso mismo ocurre entre Valencia y Madrid. En la capital de España se admira a Valencia, aunque los valencianos no lo crean así.

P. Usted va a presidir una institución, la Diputación, que ha quedado en segundo plano tras el afianzamiento de la autonomía. ¿Hasta dónde llega ahora la utilidad de estas instituciones?

R. Es cierto que el papel de las diputaciones ha cambiado. El hecho autonómico está muy consolidado. A mi juicio, la valenciana es un ejemplo de comunidad autónoma, por su tamaño, por el número de habitantes y por las competencias que desarrolla. Creo que las diputaciones vinculan a los ciudadanos y hacen que las políticas lleguen a todos. El Partido Popular entiende las diputaciones como correas de transmisión, como nexos de unión entre la política autonómica y las políticas locales.

P. Personas que le conocen bien dicen que usted es uno de los políticos más tímidos del panorama valenciano.

R. Es cierto, soy muy tímido, aunque el tiempo y la experiencia te lleva dominar tu actividad profesional. Yo, incluso ya con 30 años, jamás hubiera dado un mitin en una plaza de toros. Y ahora lo he dado en la de Valencia.

P. También se dice que a veces se ampara en su timidez para escurrir el bulto.

R. No es por timidez. Si a veces escurro el bulto es porque creo que hay que escurrirlo. Yo creo que los periodistas estan en su derecho de preguntar lo que quieran, y los políticos, de responder lo que nos interesa. A pesar de la timidez creo que en este momento no me faltan tablas.

P. El mandato en la Diputación de Alicante que ahora abandona Julio de España y del que usted recoge el testigo ha estado jalonado por varias polémicas, como la adquisición de fincas donde algunos diputados han ido a cazar o la propuesta de crear un himno provincial.

R. La compra pública de espacios ha sido positiva. Lo que ocurre es que a Julio de España se le ha querido caricaturizar. Cuando se habla de caza se hace en términos peyorativos que no responden a la realidad. Se produjo una anécdota [un diputado del PP utilizaba los cotos públicos para monterías privadas] que se sacó de contexto y que no creo que fuera como se dijo.

P. ¿Un himno provincial? [En este punto de la entrevista la casualidad quiso que en la sala de la sede del Consell en Alicante donde ayer se realizó esta entrevista se escuchara la melodía del PP. Evidentemente no era la respuesta a la pregunta, sino la señal de llamada del teléfono móvil del entrevistado].

R. Lo único que ha pretendido y ha conseguido Julio de España ha sido fomentar la cultura musical de la provincia. Eso del himno son ideas que uno va manejando o que escucha como propuestas de otros. Eso ni ha cuajado ni cuajará, entre otras cosas porque ya hay un himno regional que nos representa a todos. Julio de España ha sido absolutamente maltratado y ha asumido como propias las críticas a gente que ha trabajado con él.

P. También le queda el legado de dos grandes museos.

R. Julio de España ha puesto en marcha dos grandes museos que ahora hay que afianzar y situarlos en el ámbito nacional, sobre todo el museo arqueológico Marq.

P. Todavía no se conoce a su oponente político en la Diputación, a la persona que encarnará la protavocía del Grupo Socialista. ¿Le inquieta que pudiera ser Ángel Franco, secretario general de los socialistas alicantinos?

R. Me da igual.Yo creo que el mejor candidato socialista para la Diputación era Antonio Moreno, pero no lo pusieron. Él en un sitio y yo en otro siempre hemos estado juntos en las instituciones desde 1987, cuando coincidimos como concejales en el Ayuntamiento de Alicante. Ahora es la primera vez que no coincidimos en una cámara. Personalmente tengo una gran opinión de él.

P. ¿Tiene ya diseñado su equipo de trabajo? [Se da por hecho que el actual delegado del Consell en Alicante, José Marín sea el nuevo diputado de Cultura].

R. Yo no tengo un equipo en la Diputación. Será el partido quien decida ese equipo. Yo siempre he trabajado con las personas que el partido ha designado. Yo no suelo llevar detrás de mí a un grupo de personas que se les llama ripollistas.