El PSOE busca apoyos para relevar a Blesa al frente de Caja Madrid
La entidad renovará este año a más de la mitad de sus representantes
El futuro presidente de la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas, del PSOE, quiere aprovechar el proceso electoral que se avecina en la Caja de Ahorros de Madrid para cambiar al presidente, Miguel Blesa, del PP. La nueva mayoría de izquierdas surgida de los pasados comicios autonómicos y el reparto del poder municipal puede abrir las puertas a ese cambio. Entre junio y octubre deben renovarse 172 de los 320 vocales que tiene la asamblea de la caja y 12 de los 21 miembros del consejo, entre ellos Blesa. El relevo precisa la mayoría simple del consejo.
Cada vez que se celebran elecciones autonómicas y municipales sus resultados se proyectan a los pocos meses en los órganos de gobierno de las cajas de ahorros. Posiblemente, el cambio más significativo puede producirse en Caja Madrid, primera entidad financiera de la Comunidad de Madrid por activos y la cuarta de España (incluyendo bancos).
Tanto en la Asamblea de representación como en el consejo (máximo órgano ejecutivo) se abordará un proceso electoral entre el 5 de junio y el 13 de octubre en el que deben renovarse 172 de 320 vocales de la Asamblea y 12 de los 21 del consejo.
Por orden cronológico, lo primero que debe renovarse es la Asamblea, en la que la representación política ha bajado desde el 55% al 43,75%, adaptándose así a la Ley de Cajas de la Comunidad aprobada el pasado día 13 de marzo. Los ayuntamientos copan el 31,25% de los puestos (100 personas) y la Asamblea de Madrid, el 12,5% (40). Por su parte, los impositores (los ahorradores con depósitos en la entidad) poseen el 35% (112), los empleados el 11% (36) y las entidades culturales y sociales, el 10% (32). La incorporación de estos organismos es la novedad de la citada ley.
La renovación afecta a los ayuntamientos, la Comunidad de Madrid y las entidades culturales y sociales. Los 112 correspondientes a los impositores y los 36 de los empleados se renuevan dentro de dos años.
Una vez constituida la nueva asamblea, se hará lo mismo en el consejo, que pasa de 20 a 21 miembros. De ellos, se renovarán los siete representantes de los ayuntamientos, los tres de Asamblea de Madrid y los dos de las entidades culturales y sociales. Quedan para dentro de dos años los siete de los impositores y los dos de los empleados. De los 20 actuales, el reparto del poder en el consejo es el siguiente: nueve miembros del PP; cinco del PSOE; dos de Izquierda Unida; dos de Comisiones Obreras; un independiente y otro de la Confederación de Cuadros.
Cambio de poderes
El resultado de las elecciones arroja un cambio en esta estructura, de manera que el PP pierde un consejero (pasa a ocho) y lo gana el PSOE (pasa a seis) con lo que la relación de fuerzas se nivela teniendo en cuenta los dos representantes de IU y son los de los sindicatos los que pueden inclinar la balanza a un lado u otro ya que, según la nueva Ley de Cajas de la Comunidad, establece que para cambiar al presidente hace falta la mayoría simple.
Fuentes de Caja Madrid señalaron ayer que no harán ningún comentario ni valoración sobre las declaraciones de Simancas y que se mantendrán totalmente al margen del proceso electoral que comienza en próximo día 5 de junio y que dirigirá una comisión electoral.
En octubre de 1996, el PP aceptó las condiciones de IU y CC OO de que no se buscaran fórmulas para privatizar la entidad total o parcialmente y así dar su apoyo a Miguel Blesa, una persona muy cercana al presidente del Gobierno, José María Aznar, que había ganado las elecciones generales en marzo de 1996. Jaime Terceiro, que había visto aprobada su gestión unos meses antes por el 80% de la asamblea de la entidad, tuvo que dimitir al perder el apoyo IU y CC OO.
Ayer el secretario general de CC OO de Madrid, Javier López, pidió que no se ponga en juego la estabilidad de Caja Madrid eligiendo para presidirla a una persona que no cuente con el consenso de todos los partidos. López añadió que no es bueno poner en peligro la estabilidad económica de Caja Madrid y recordó que no quiere se se produzca un caso "como el de las cajas andaluzas".
Fuentes parlamentarias del PSOE aseguraron que la ley es taxativa en este punto y que con mayoría simple se puede revocar al presidente de Caja Madrid. Todas las fuerzas políticas coinciden que en la gestión de la entidad no debe resentirse del proceso electoral.
Menos peso político
Separar la gestión económica de la Caja de Madrid de los avatares políticos es uno de los elementos que todas las fuerzas defienden en la teoría. En la práctica es otra cosa. El pasado 13 de marzo se publicaba la nueva Ley de Cajas de la Comunidad de Madrid que se aprobó con los votos del PP, que rechazó las enmiendas a la totalidad del PSOE e IU. El objetivo de esta ley fue aminorar el peso de los políticos en el gobierno de la Caja precisamente para que los vaivenes políticos no incidan en la gestión. Así, los ayuntamientos han pasado de tener el 30% frente al 40% de antes; la Asamblea de Madrid pasó del 15% al 11,25%; los impositores se quedan igual, en el 35%; los empleados mantienen su representación, el 10%, y entran con el 13,75% las entidades culturales y sociales.Las cajas, que suelen ser el primer ente financiero de cada comunidad, es un brazo de poder para los partidos políticos.
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