ICV y ERC apremian al PSC para que prepare la sucesión de Siurana en Lleida

Al alcalde en funciones de Lleida, el socialista Antoni Siurana, se le complica por momentos la tarea de formar un nuevo equipo de gobierno para la próxima legislatura tras perder la mayoría absoluta en las elecciones del pasado domingo. La posibilidad de establecer un pacto tripartito con ICV y ERC, que suman seis concejales, es más difícil después de que el líder de la formación ecosocialista, Francesc Pané, haya pedido a los socialistas que empiecen a preparar el relevo de Siurana al frente del consistorio al considerar que se ha llegado al final de una etapa.

Pané, que en los últimos ocho años ha formado parte del equipo de gobierno encabezado por Siurana, manifestó ayer, tras reunirse con el que en las últimas municipales ha sido alcaldable de ERC-EV, Xavier Sáez, que el tiempo de Siurana como alcalde de Lleida "se ha acabado" después de 22 años en el cargo, una opinión que también comparte el resto de formaciones con representación municipal, incluido Sáez.

"A mí me parece", señaló Pané, "que la época de Siurana se ha acabado y las expresiones de izquierda hemos de ser capaces de organizar o de permitir un relevo que, personalmente, creo que se debería producir durante este mandato, aunque esa es una responsabilidad del PSC". Tanto Pané como Sáez creen que el candidato del PSC no debería repetir otro mandato completo porque consideran que ha llegado la hora del cambio, y han anunciado que no votarán su investidura si antes no se llega a acuerdos de gobierno.Siurana, que todavía no ha hecho un ejercicio de autocrítica sobre las causas del último fracaso electoral que le ha significado la pérdida de cuatro concejales, ha realizado una primera ronda de conversaciones con todos los que han sido alcaldables en las últimas municipales para tantear las posibilidades de aplicar en el Ayuntamiento de Lleida el modelo de gobierno tripartito que ha funcionado en los últimos años en Barcelona y en otros municipios catalanes. Pané y Sáez, que tienen la llave de la gobernabilidad, coinciden en señalar que los resultados del pasado domingo expresan la voluntad de los electores de que en Lleida haya un cambio sustancial en las formas de gobernar la ciudad.

De momento, ambos ya le han dicho a Siurana que no tienen prisas por pactar y que las condiciones para conseguir sus votos serán muy duras. Además, Sáez recela de la eficacia del modelo de Barcelona porque "la política que se hace allí no es la misma que la de aquí".

El dirigente de Esquerra Republicana propone un pacto a cuatro bandas, en el que también se incluya a CiU, con siete concejales. "Es una posibilidad por el momento histórico que estamos viviendo, parecido al del año 1979 [cuando CiU se sumó a los pactos de progreso con los partidos de izquierda], ya que es un final de etapa y porque es una apuesta de futuro para la ciudad de Lleida", afirmó Sáez.

El

que ha sido candidato de Esquerra, que mantiene malas relaciones personales con Siurana, asegura que está dispuesto a dejar a un lado las cuestiones personales en beneficio de la ciudad.

Por su parte, el líder de Convergència i Unió (CiU), Isidre Gavín, descarta pactar con Siurana, a quien pidió ayer que Joaquim Mateo, miembro de su lista, no vuelva a presidir la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lleida si realmente quiere iniciar una etapa diferente y demostrar que ha sabido interpretar los resultados del pasado día 25. Gavín dijo que está convencido de que Siurana abandonará la alcaldía antes de acabar la legislatura, entre otros motivos "porque no goza de la confianza del PSC, que se plantea no volverle a presentar como candidato en las autonómicas, y porque es un hombre que se mueve muy mal en el terreno de los pactos y las negociaciones".