Muere una mujer en una clínica de Alicante después de un aborto

Una mujer falleció a las 15.40 del martes en una clínica en Beniarbeig (Alicante) del grupo Acuario por parada cardiorespiratoria después de que se le practicara una interrupción de embarazo de segundo trimestre, como confirmó ayer el director médico de las clínicas, Pere Enguix. La operación, realizada bajo el supuesto de peligro psicológico para la madre, transcurrió sin incidentes, según Enguix, pero tras ella y aún en el quirófano, la mujer, de origen chino, no despertó de la anestesia general, por lo que el ginecólogo sospecha de una "causa extragenital" no relacionada con la intervención. También señaló que se practicaron las pruebas habituales de coagulación y de tórax, así como un estudio hematológico y las comprobaciones que realiza el anestesista antes de operar, sin que se detectara ningún problema.

Tras realizar "todas las maniobras de reanimación protocolizadas", se pusieron en contacto con el SAMU, que llegó a los 45 minutos, y colaboró en la asistencia a la paciente. Desde el centro se comunicó el fallecimiento al juzgado de Denia que ha ordenado la autopsia de la mujer para esclarecer la causa de la muerte.

La clínica de Beniarbeig tiene 10 años de antigüedad y hace año y medio obtuvo la acreditación de la Consejería de Sanidad valenciana, con la que está concertada, para intervenciones de segundo trimestre. El centro cuenta con un quirófano para intervenciones ginecológicas, de cirugía general, traumatología, urología o estética, y tiene una unidad de reanimación. Además del hospital, el grupo Acuario tiene clínicas en Valencia y Moraira y a lo largo de 10 años han practicado más de 1.000 abortos al año sin que se haya producido ningún incidente similar. Enguix, ginecólogo pionero en la defensa de parto natural y del derecho al aborto -por lo que fue procesado y encarcelado a principios de los años ochenta- comentó que estadísticamente se registra una muerte por cada 10.000 intervenciones. A lo largo de 2001 sólo 16 de los 6.819 abortos practicados en la Comunidad Valenciana tuvieron lugar en hospitales de la red pública.