El Ermitage se extiende a los suburbios de San Petersburgo

El tricentenario de San Petersburgo, cuyos festejos se celebran durante esta semana, ha sido elegido para inaugurar, entre otras muchas cosas, la nueva sede de los Fondos del Ermitage, un complejo construido según la última palabra de la técnica y con una concepción diferente a la tradicional. No estará cerrado al público, sino que, por el contrario, habrá una exposición permanente que se podrá visitar como cualquier museo.

Coexistirán en el complejo zonas exclusivamente destinadas a los trabajos de restauración y conservación, que estarán reservadas a los empleados del Ermitage y a los profesionales, con otras de exposiciones públicas y educativas, donde funcionarán incluso círculos creativos infantiles.

El complejo -33.200 metros cuadrados- estará compuesto por ocho edificios, el principal de los cuales es el B, en el que se guardan los fondos propiamente dichos y que acaba de ser inaugurado. Consta de siete plantas, de las cuales las cuatro primeras albergan exposiciones abiertas al público, y la quinta el departamento de restauración de óleos y los fondos arqueológicos. Los dos restantes están ocupados por servicios auxiliares, la sala de ordenadores y la de control.

Un kilómetro de recorrido

El recorrido abierto al público -que abarca aproximadamente un kilómetro- se abre con la sala de carrozas, entre cuyas muestras destaca la carroza que perteneció a Catalina II la Grande, obra francesa de mediados del siglo XVIII. En la tercera planta están las colecciones orientales y rusas. Orgullo de la exposición es la tienda de campaña que el sultán turco Selim III regaló a Catalina en 1793, dos años después de finalizada la guerra entre Rusia y Turquía. La tienda es de tela de cachemira roja (color reservado sólo a la realeza), ricamente adornada con bordados de hilos de oro y plata y seda. Usada por los sultanes durante sus campañas militares, tiene una superficie de 510 x 103 centímetros cuadrados, una altura de 2,5 metros más una cúpula de un metro.

La cuarta planta ha sido ocupada por los fondos de muebles del Departamento de Arte de Europa Occidental y el de Historia de la Cultura Rusa. Entre las obras expuestas destacan un sillón de la hija del rey Luis XV, una silla de Pedro el Grande y un diván de estilo art nouveau que pertenecía al último zar ruso (se conserva una foto de Nicolás II con su familia sentados en ese diván).

Prácticamente, todos los fondos de pintura rusa del Ermitage -cerca de 3.500 cuadros- serán trasladados a la nueva sede, que se encuentra en Stáraya Derevnia, Aldea Vieja, un barrio del noroeste de San Petersburgo. El traslado de todos los objetos que guardará el nuevo complejo deberá finalizarse en el curso de este año. Más adelante será inaugurado el edificio C, que además de salas de exposiciones tendrá una mediateca, una biblioteca y salas de lectura. En él se organizarán charlas y funcionarán círculos de pintura y cerámica para escolares.

La sede principal del Ermitage también ha experimentado importantes renovaciones estos días. Una de las principales ha sido la apertura de la entrada histórica del Palacio de Invierno, que da a la plaza Palaciega y al Arco del Triunfo. Precisamente por aquí, y no por la orilla del Nevá, como hasta ahora, entrará el público, primero al patio del museo y desde éste a las salas de exposiciones. En el patio se organizarán conciertos y espectáculos a los que podrán asistir hasta 5.000 personas.

La apertura de las puertas históricas coincidió con los festejos del Día de la Ciudad y se convirtió en un auténtico segundo asalto al Palacio de Invierno, pero esta vez no por las masas revolucionarias -que en 1917 lo asaltaron por una entrada lateral-, sino por los entusiastas del arte. Los fanáticos de la pintura pudieron permanecer toda la noche en el museo, que ayer y anteayer permaneció abierto las 24 horas. Al mismo tiempo, se inauguró la sala restaurada del Renacimiento Veneciano, donde destacan las obras del Tintoretto (Retrato de Francesco Bassano y San Jorge), Veronese, Jacopo y Francesco Bassano, Perezini, Luca Giordano, Lotto y Tiépolo.