Buena acogida general al texto, aunque con algunas reservas
El texto completo del primer proyecto de Constitución Europea fue acogido ayer con escasas descalificaciones, aunque muy sonoras. Las críticas más duras procedieron de quienes, como los euroescépticos, opinan que la Constitución va demasiado lejos y atenta contra la soberanía de los Estados. En el lado opuesto, los democristianos alemanes sostienen que el texto se ha quedado muy corto.
Para el español Íñigo Méndez de Vigo (PP), que encabeza la delegación del Parlamento Europeo en la Convención, el proyecto incluye "un factor de democratización en la UE" al poner un drástico coto al recurso al derecho de veto de los Estados a la hora de legislar en la Unión. Méndez de Vigo, no obstante, rechaza, como el Gobierno español, el sistema de voto propuesto en el Consejo de la UE, según el cual las decisiones se tomarán por una mayoría de países que representen al 60% de la población de la Unión. Con esa fórmula, España tendrá muy difícil encontrar aliados que frenen y bloqueen los pactos de los países grandes.
Muy diferente opinión tiene el alemán del Partido Popular Europeo Elmar Brok, quien ayer declaró que, con ese proyecto, "sólo los seis grandes países de la UE [Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España y Polonia] tendrán en sus manos el poder de decidir". Para Brok, se está perdiendo una gran oportunidad porque, con esta Constitución, Europa seguirá siendo únicamente "un gran mercado común".
La opinión socialista
Los representantes socialistas españoles en la Convención (José Borrell, Diego López Garrido y Carlos Carnero) consideran que el texto es "globalmente positivo", aunque puntualizan que aún debieran tomarse por mayoría cualificada o supercualificada más decisiones incluso en política exterior. También echan de menos una referencia explícita a la igualdad hombre-mujer en la UE y, sobre todo, al papel más activo que la Unión debiera jugar en políticas sociales y de empleo.
Por su parte, el activo crítico danés Jean-Peter Bonde, líder del grupo parlamentario por la Europa de las Democracias y las Diferencias (16 eurodiputados), cree que este texto constitucional "destrozará la democracia parlamentaria nacional en Europa" porque consagra "la centralización total de las decisiones en Bruselas".
El texto, aún sujeto a modificaciones, será presentado formalmente al pleno de la Convención el próximo día 30. El 20 de junio será llevado ante los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre europea de Salónica (Grecia) y, tras el verano, pasará a manos de la Conferencia Intergubernamental, donde los representantes de los Gobiernos tendrán la última palabra.
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