Los comicios navarros dejan abiertas todas las expectativas
Las cartas de los partidos navarros para la formación del próximo gobierno foral están ya sobre la mesa, aunque la incertidumbre sobre el veredicto social que ofrecerán los comicios deja abiertas todas las expectativas.
UPN da por seguro que ganará las elecciones al Parlamento de Navarra y aspira a que la ilegalización de Batasuna le dé la mayoría absoluta para gobernar. De lo contrario, se apoyará en su socio natural, el CDN de Juan Cruz Alli, para sacar adelante todos los proyectos que la pasada legislatura se quedaron en el camino.
El presidente navarro y candidato a la reelección, Miguel Sanz, ha dicho que sólo se fía de Alli y reitera que con el secretario general del PSN-PSOE, Juan José Lizarbe, candidato socialista a la presidencia de Navarra, no hay ninguna posibilidad de diálogo poselectoral.
De hecho, Sanz se ha pasado la campaña afirmando que Lizarbe es un peligro porque venderá la comunidad al nacionalismo vasco a cambio de conseguir el gobierno.
La animadversión política de ambos candidatos es mutua porque los socialistas navarros ya han adelantado que están dispuestos a hablar con todas las fuerzas parlamentarias para formar gobierno, excepto con UPN. "No votaremos la investidura de Sanz", ha adelantado Lizarbe, que también ha advertido que la abstención no entra en sus planes y que cualquier gobierno liderado por el PSN-PSOE será progresista y escrupulosamente "constitucional" y respetuoso con la identidad propia de Navarra.
Los 465.622 electores llamados a las urnas podrán elegir entre nueve candidaturas parlamentarias y 513 listas municipales. UPN presenta 73 listas locales; PSN-PSOE, 67; IUN, 26; CDN, 15; EA, 14; Aralar, 12; Batzarre, 11; PNV, 8, y Partido Carlista. En 31 localidades no habrá elecciones, bien porque nadie se presentó o porque en seis municipios la única lista existente fue ilegalizada por el Tribunal Supremo. Sus consistorios continuarán en funciones hasta noviembre. En otras 101 localidades sólo existe una lista.
