De los valores de la izquierda al poder de un voto
Los socialistas han pasado en poco más de un año de confiar en un avance lento pero seguro en las urnas este 25-M a creer seriamente en la posibilidad de formar gobierno en la Generalitat en coalición con l'Entesa. La marcha a Madrid del entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y la designación como sucesor de Francisco Camps, un adversariotan novel como el número uno y secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, echaron a rodar la maquinaria socialista.
Pla ha liderado una campaña electoral basada en la recuperación de valores como la igualdad, la tolerancia y la libertad frente a la cultura del "poder, el dinero y la imagen", según ha repetido incansable en sus mítines. En los 15 días de campaña y desde que en septiembre de 2002 se iniciara la precampaña más larga de los últimos tiempos, el dirigente socialista se ha ceñido a un programa político posible, sin promesas chirriantes, imposibles de cumplir con una deuda pública cercana a los dos billones de pesetas.
En el trabajo de campo han apelado a las bases de partido y ciudadanas, practicando en la confección de programas el nuevo concepto de democracia participativa. Unos 70 grupos de trabajo han tenido que ver en la gestación de las 1.111 propuestas del PSPV-PSOE. Les han dado su opinión, no sólo sobre los contenidos sino también han testado los mensajes y la valoración de los candidatos.
Pla ha protagonizado una campaña de fuerte contenido social, donde se ha reforzado la falta de vivienda asequible, la precariedad del empleo creado y el abandono en ocho años de gobierno del PP de los servicios públicos de sanidad y enseñanza. Casas de 500 millones, listas de espera de pacientes, barracones por escuelas y un crecido índice de delitos.
En el capítulo mediático, Pla se ha encargado de denunciar casi cada día el apagón informativo al que le ha sometido el PP a través de los medios de comunicación públicos, sobre todo Canal 9.
El PSPV-PSOE ha echado el resto en la emisión de cuñas radiofónicas, los espots de la campaña El poder de un voto y hasta cuatro actos electorales diarios. Pla ha reforzado sus apariciones en las provincias de Alicante y Valencia, donde, al igual que el PP, los socialistas han concentrado su esfuerzo en la recta final.
Desde la sede del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz, se observa con interés el desenlace electoral en la Comunidad Valenciana y Madrid, dos de los lugares donde el PP se juega su posición hegemónica. Para el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que abrió la campaña electoral en Valencia, el resultado que hoy arrojen las urnas puede ser un anticipo a lo que ocurra en las generales de 2004.
Se temía un bajón tras la publicación en el ecuador de la campaña de los sondeos, que en la mayoría de los casos confirmaban la mayoría absoluta del PP. Pla ha conservado la sangre fría y cerrado la campaña, convencido de que "ni el poder mediático ni las encuestas decidirán el voto de los ciudadanos, porque no hay nada decidido". Son, debido al elevado voto indeciso, las elecciones más abiertas que se recuerdan.
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