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Reportaje:UN PAÍS DE CINE / DVD | '¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?'

Farsa de respetables y delincuentes

'¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?', de F. Colomo, en EL PAÍS

Tras su ópera prima Tigres de papel (1977), el joven Fernando Colomo encaró su siguiente película pretendiendo esta vez que fuera una comedia. Al parecer, con la anterior había creído hacer "un drama tremendo", y fue la reacción jocosa del público la que le reveló su tono humorístico. "Cuando se proyectó la película en el Festival de San Sebastián, el público no paraba de reírse. Carmen Maura me miró y me dijo aterrorizada: '¡Pero Fernando, no paran de reírse!'. Yo le respondí: 'Cállate Carmen, a partir de ahora esto es una comedia".

Aún hoy Fernando Colomo sigue creyendo que hace comedias sólo a pesar suyo, sin darse cuenta. "Me interesa", aclara, "la comedia que al mismo tiempo también sea drama, mezclar géneros, algo muy peligroso, según dice Godard. Pero es lo que yo busco". Tigres de papel, divertida ironía sobre los progres de la transición aunque hubiera querido ser su estandarte, no sólo constituyó un gran éxito, sino que fue el pistoletazo de salida para un nuevo tipo de comedia de costumbres que se dio en calificar como "madrileña". Las de Fernando Trueba, Miguel Ángel Díez o del propio Colomo...

"Al grupo Burning se debe la pegadiza canción que dio título a la película"
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Amante de la comedia

En ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? (1978), el director escribió el guión en colaboración con Jaime Chávarri, con el propósito de no explotar el éxito de su película anterior a base de "una segunda historia con el mismo estilo y tema que aquélla", como señaló Jesús Fernández Santos en este periódico. Coincidió esta opinión con la publicada en la revista Triunfo: "Fernando Colomo ha querido huir de un posible encajonamiento y se ha propuesto una película, si no diametralmente opuesta a la primera, sí lo suficientemente distinta: en ésta se pasa, sin nexo de unión, desde el realismo más feroz al más imaginativo de los absurdos". El crítico de EL PAÍS insistió en la amalgama de géneros que sugería la película: "Este mundo de cantantes de rock, peluqueras y amigos sin rumbo ni empleo fijo, en cierto modo marginados por propia voluntad, habituales clientes de bares y discotecas, supone un caldo de cultivo en el que el realizador prueba y ensaya diversas fórmulas. La fantasía, el humor sobre todo, un realismo entre artificial y cotidiano, aparecen confundidos, sin que tampoco falte la dimensión más oscura de la vida".

Carmen Maura encarnó con sensibilidad y humor a una martirizada esposa que no consigue quitarse de encima a su marido (Félix Rotaeta) con quien compone "un agrio matrimonio fracasado, en parte por las secuelas culturales y sociales del franquismo", según Pablo Montero y David Utrilla: "El marido, 'el malo de la película', representa el compendio de actitudes franquistas que Colomo critica más abiertamente". Es decir, un facha.

Rosa, la esposa, va encontrando un mundo más libre y divertido con las empleadas de su peluquería y con los jóvenes de un grupo musical, especialmente el vocalista guaperas. Contrastando ambos ambientes, Fernando Colomo quiso mostrar que "los aparentemente legales eran unos delincuentes, y los delincuentes unos chavales que querían hacer su música". Así, la aparente "legalidad" del marido de Rosa esconde a "un ex policía con delirios de mago, soplón de sus compañeros, que le repudian; un tipo de carácter militarista y machista, especialmente en la vida familiar". Baste citar la secuencia de la violación "legal" en la cocina, que las buenas interpretaciones de Carmen Maura y Félix Rotaeta hacen escalofriante. "Queríamos destacar la falsedad de esa campaña de denuncia sistemática del deterioro del orden público, con evidentes añoranzas de tiempos pasados, a la vez que denunciar la hipocresía del concepto tradicional de la familia", confirmó entonces Colomo.

Jaime Chávarri y el director enmarcaron todo ello en un estilo que, dijeron, podría parecer policiaco: "Se habla de la delincuencia con cierto humor, aparece un mundo antagónico al de los policías y sus confidentes, se desaloja una vivienda subvencionada, con una aparatosa intervención de la policía y los bomberos, hay un iluminado que asegura haber hablado con extraterrestres, quienes le aseguraron que arrasarían el mundo, salvando a España y Alemania; y por encima de todos estos personajes surge la figura central del filme (Carmen Maura), dueña de una peluquería 'coquetuela', con empleadas chelis y señoras de barrio que se arreglan el pelo entre comentarios tópicos y típicos de los bienpensantes, de las gentes de orden".

El reparto estaba compuesto por desconocidos, a excepción de Luis Ciges, Mercedes Sampietro y Lali Soldevilla, en breves cometidos. A presupuestos baratos, actores amigos. Los principiantes Carmen Maura y Félix Rotaeta más Héctor Alterio, Marta Fernández Muro, Kiti Manver o Concha Gregori, al margen de José Lage como el vocalista de Burning, grupo al que se debe la pegadiza canción que dio título a la película... Como curiosidad, señalar los cameos de Jaime Chávarri y Pedro Almodóvar.

"Es a los jóvenes a quien va dirigida esta película. Ellos la entienden, entran en ella desde el primer momento, hacen suyo su esquema que, poco a poco y a medida que la acción avanza, toma su verdadera dimensión...", se dijo entonces.

Carmen Maura y José Lage, vocalista de Burning, en una escena del filme <i>¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?</i><b>, de Fernando Colomo.</b>
Carmen Maura y José Lage, vocalista de Burning, en una escena del filme ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?, de Fernando Colomo.

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