"Nuestra apuesta no es ser figurantes, sino gobernar"

Javier Rojo (Pamplona, 54 años) se presenta a las elecciones convencido de representar "la esperanza" frente a "la nostalgia del PP", "la incertidumbre del nacionalismo" y "la falta de compromiso de IU".

Pregunta. Dice usted: "Los socialistas no cerramos puertas como el PP". ¿A qué se refiere?

Respuesta. A que a mí no me sobra ningún demócrata. En una situación tan complicada como la que tenemos en Euskadi, o somos capaces de sumar lo mejor de todos los demócratas o no habrá solución. Por eso Emilio Guevara está con nosotros. Quiero que mi proyecto también represente a ese nacionalismo que está dentro de la Constitución. Al PP no le gusta ningún tipo de nacionalismo porque no reconoce la pluralidad de nuestro país.

"Mi proyecto también representa a ese nacionalismo que está en la Constitución"

P. Pero la tendencia lleva a que el PSE se alíe con el PP y no con los nacionalistas.

R. Una tendencia no, sino una obligación con la Constitución y el Estado de Derecho. Lo que nos plantea Ibarretxe quiebra las reglas de juego, rompe la columna vertebral de la convivencia de este país y le sitúa de coz y hoz con Otegi. Por tanto, nosotros no podemos compartirlo.

P. Si hay una mayoría constitucionalista en Álava, ¿tendrá algún futuro el plan Ibarretxe?

R. Ésa es la página que Álava tiene que escribir en la historia de España. Los 300.000 ciudadanos que vivimos aquí debemos demostrar que podemos frenar la quiebra de la convivencia. Ibarretxe sabe que aquí se juega su plan. Álava es importantísima. Por eso yo quiero liderar un proyecto distinto, y también porque además de firmeza en la defensa de los valores del Estado de Derecho hace falta otro talante de alguien que entienda que España es más que una, grande y libre. El PP no cree en las autonomías.

P. Los socialistas están advirtiendo al PP de que esta vez quieren gobernar en Álava.

R. Quieren gobernar, no. Esta vez vamos a gobernar. No me he presentado por una ambición personal. Tenemos un equipo de lujo, con Emilio Guevara y Ramón Jáuregui, que representa la pluralidad del partido y de este país. Tenemos perfiles distintos, pero estamos en el mismo barco. Esta apuesta no es para pasar como meros figurantes, sino para liderar el proyecto de Álava. Y pensando en el futuro, es decir, en las elecciones generales, donde Zapatero tiene que tener una plataforma política en Euskadi, que es Álava, para dar una solución al tema vasco después de 30 años. A Rabanera, en cambio, Aznar lo ha ninguneado, no lo ha tenido en cuenta.

P. ¿Cree que usted puede sufrir un efecto similar al que le ocurrió a Jaime Mayor Oreja en las autonómicas, que por su trayectoria en Madrid el electorado le vio más como un candidato venido de fuera?

R. No creo que nadie me vea como un candidato de Madrid. Estoy muy pegado a la política vasca y alavesa. Estoy tan convencido de lo que hago, tengo tantas ganas y creo que hago tanta falta..., y lo digo con toda la modestia, porque hace falta tener firmeza para decir las cosas al nacionalismo y al PP en los términos en que yo se las digo. Coincidimos con el PP en la defensa de la libertad y de los ciudadanos, pero la coincidencia empieza y termina ahí. No puede ser que todavía no sepamos qué piensa Rabanera de la guerra, del Prestige, del decretazo, de Gescartera,...

P. ¿Los pactos entre PP y PSE serán de ámbito local o abarcarán a todo el País Vasco?

R. Lo último que podríamos hacer los partidos sería defraudar a los electores. Los alaveses votarán a sus responsables políticos en Álava, y sería un fraude mezclar los votos de un sitio con otro. Hay que ser rigurosos.

P. ¿Qué cambiaría de la gestión foral?

R. Primero, quiero replantear al Gobierno vasco las reglas de juego. Las competencias de las diputaciones son de las diputaciones: agricultura, carreteras, aguas... Y esto supone replantearse las Aportaciones. Si tiene que suponer un conflicto, será un conflicto, pero no para bajarnos los pantalones.