Chirac invita a 13 países a sumarse a la cumbre del G-8 en Evian

El G-8 está integrado sólo por ocho países, pero Jacques Chirac se las ha arreglado para invitar a líderes de otros 13 Estados a la cumbre anual del organismo, prevista para dentro de 10 días en la localidad de Evian. El presidente francés dio cuenta ayer del menú de este evento, al que calificó de "libre discusión entre países amigos y aliados" que debe "disipar los temores, desactivar las violencias, despejar el horizonte", todo ello envuelto en deseos de recuperación económica y de restablecimiento de la confianza política. La reunión de los jefes de Estado y de Gobierno del G-8 comenzará con las sesiones en las que estarán presentes los líderes de las economías emergentes. El secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, esperado hoy en París, tendrá ocasión de despejar cualquier resto de duda sobre la asistencia del presidente George W. Bush a la cumbre, que tendrá valor de prueba sobre la voluntad de la comunidad internacional de cerrar las heridas producidas por la división de Irak.

El montaje de una pequeña ONU informal en torno al G-8 prueba también la voluntad francesa de aprovechar cualquier oportunidad para defender el "multilateralismo" como clave de las relaciones internacionales. Uno de los organizadores del evento presenta el resultado de tales gestiones como la reunión de "los representantes del 80% de la población y del 88% de la riqueza del mundo".

Así, los presidentes de China, Brasil y México; los primeros ministros de India y Malaisia -este último, a título de presidente del grupo de países no alineados-; el rey de Marruecos y el príncipe heredero de Arabia Saudí, han sido invitados a una sesión de trabajo con el G-8, es decir: Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Italia y Francia, además de Rusia.

Otra sesión diferente reunirá a los países ricos y Rusia con los presidentes de Argelia, Egipto, Suráfrica, Senegal y Nigeria. También está invitado el presidente de Suiza -país cuya cooperación es muy importante en una cumbre convocada en Evian, a 40 kilómetros de la frontera suiza-, y, desde luego, los presidentes del Consejo Europeo (Grecia, a la sazón) y de la Comisión Europea.

Ante el cuerpo diplomático acreditado en París, Chirac presentó ayer los objetivos de la cumbre, presididos por la idea de "globalización" en beneficio de todos. Chirac hace hincapié, por ejemplo, en el acceso al agua y a los medios de lucha contra el sida. Capítulo importante es la lucha contra el terrorismo, y sobre todo la eliminación de las armas de destrucción masiva en poder de las antiguas repúblicas soviéticas.

Entre las personas invitadas ayer al acto en el Palacio de El Eliseo se encontraba el líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), Bernard Thibault, el más importante sindicato de Francia, animador del importante proceso de huelgas en curso en este país. Unos 15.000 policías han sido movilizados en Francia y alrededor de 10.000 en Suiza para controlar el evento, a los que se unirá un refuerzo de 1.000 policías alemanes, aceptado ayer por Suiza.