Aznar acusa al PSOE de mantener un "silencio estéril" ante el "desafío nacionalista"

Comida-mitin en Bilbao. Cena-mitin en Vitoria. En el antepenúltimo día de campaña electoral, José María Aznar lanzó un doble reto: al PNV le reclamó que retire el plan Ibarretxe y al PSOE le exhortó a que diga, claramente y antes del domingo, si apoyará gobiernos constitucionalistas en el País Vasco o "condenará los votos que reciba al silencio más estéril". En ambas el objetivo era apoyar a sus candidatos a alcalde, Antonio Basagoiti en Bilbao y Alfonso Alonso en Vitoria.

Pero las dos citas, sobre todo, se convirtieron en una férrea defensa de la alternativa constitucionalista para el País Vasco porque el PNV, según Aznar, "se ha enredado en un laberinto" con ETA, y en un ácido reproche al "discurso vacío" del líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, para evitar comprometerse con esa alternativa al nacionalismo.

En Vitoria, además, Aznar acusó a Zapatero de poner en riesgo la colaboración francesa en la lucha contra el terrorismo con sus opiniones sobre los motivos del atentado de Casablanca. "Buscar justificaciones o excusas a algunas acciones terroristas es tanto como invitar a los países que ayudan a luchar contra ETA en España a que dejen de hacerlo". Su argumento es que si por prestar esa ayuda un país se convierte en objetivo terrorista lo más prudente es inhibirse.

"Paso de gigante"

Por la mañana, en Bilbao, la intervención fue menos mitinera. "Nosotros queremos que cuaje la alternativa política en el País Vasco y estamos dispuestos a apoyarla al máximo. Queremos que en estas elecciones se dé un paso de gigante". Ello requiere, al menos, que los votos del PP y el PSE, unidos, superen a los del nacionalismo, y que los socialistas acepten construir la "alternativa".

Se dirigió al primer destinatario: el PSOE. "Todos los ciudadanos tienen derecho a saber qué va a hacer el PSOE con los votos que reciba en el País Vasco. Necesitamos saber si ese voto va a ser utilizado para crear, para impulsar la alternativa de la libertad, o simplemente para condenar ese voto al silencio más estéril".

Luego atacó al segundo destinatario: el PNV. La alternativa política al nacionalismo es necesaria, según Aznar, porque el PNV se ha "enredado en un laberinto" con ETA o "Batasuna o como se llame" y ha faltado a la palabra que dio en las elecciones de 2001 de dialogar con todos menos con los violentos. "Hace dos años lanzaron el compromiso de no colaborar con los compañeros del terrorismo. Ahora directamente piden su voto", denunció Aznar.

Y el PNV, a juicio del presidente del Gobierno, ha "tolerado" el terror etarra porque "ha ido del brazo" de Batasuna. El mejor ejemplo, para Aznar, de esto es el denominado plan Ibarretxe, que "sólo compró la familia nacionalista". Y concluyó: "¿Se va a retirar el plan o vamos de desafío?".