Trias asegura que Iniciativa y Esquerra sólo "aspiran a conservar la poltrona"
La campaña electoral ha demostrado que Iniciativa per Catalunya y Esquerra Republicana han actuado de muleta del alcalde Joan Clos porque "sólo aspiran a conservar la poltrona". Así de claro se manifestó ayer el candidato de Convergència i Unió (CiU) a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, durante un almuerzo con varias decenas de simpatizantes del barrio de Sant Andreu. Ante este diagnóstico electoral, Trias apeló al voto útil porque, en su opinión, los dos únicos candidatos con posibilidades de alcanzar la alcaldía son él mismo y Joan Clos. "Quien no quiera a Clos que vote a Trias", sentenció.
En opinión de Trias, Barcelona necesita una nueva forma de "gobernar" la ciudad, que huya del "autoritarismo" de Joan Clos; nuevas fórmulas que apuesten por un ayuntamiento "próximo al ciudadano, que crea en la sociedad civil y la haga participar"; nuevas recetas, añadió el candidato nacionalista, que pasan por una "política progresista y catalanista" que los socios de gobierno de Clos, es decir, Iniciativa y Esquerra, "han dejado de lado". Trias aseguró que los candidatos de estas dos formaciones, Imma Mayol y Jordi Portabella, "sólo quieren conservar la poltrona. Su política ni es progresista, ni catalanista, ni nada".
Aprovechando su presencia en Sant Andreu, el candidato de CiU aseguró irónicamente que el conflicto de los antiguos cuarteles, donde varios centenares de inmigrantes viven hacinados y en penosas condiciones, evidencia la "política progresista" de los socialistas en el Ayuntamiento. Trias acusó a Clos de "haber enquistado" este problema debido a su "pasividad" a la hora de encontrar una "rápida solución", lo que, a su entender, "sólo sirve para fomentar el racismo y la xenofobia". Una circunstancia que no se dio, aseguró, cuando la Generalitat se hizo cargo de los cuarteles de Lepanto.
Consciente de que su auditorio agradece las arremetidas contra Joan Clos, Trias tampoco se contuvo ayer en sus críticas. La afirmación del alcalde de que Barcelona necesita 3.900 policías le fue como anillo al dedo. "Siempre echando las culpas al resto de las administraciones. Siempre sacándose las pulgas de encima. Haciendo manipulación, diciendo cosas falsas ¿Cómo puede afirmar esto un alcalde que ha suprimido 530 guardias urbanos? Es una vergüenza", subrayó.
