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Reportaje:

Escandaloso negocio con el padrón

Una empresa que trabaja para Washington compró datos de todos los mexicanos

Juan Jesús Aznárez

La justicia libró una orden de busca y captura contra el informático Juan López Bedoya por supuesto robo del padrón electoral de México, en 1999, para su ilegal venta por 20.000 dólares a una empresa nacional, que a su vez la revendió por 85.000 dólares a la norteamericana ChoicePoint, tenida como big brother de Washington. La compañía gringa entregó los cerca de 65 millones de fichas confidenciales al Departamento de Seguridad Interior y al Servicio de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos. La Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía General) investiga el escandaloso tráfico y ayer admitió que Bedoya sigue en ignorado paradero.

"¿Estamos comprando esto para venderles suscripciones de revistas o para poder utilizarlo en cuestiones de seguridad interna?", se preguntó el académico George Bailey, director del Proyecto México de la Universidad de Georgetown. El Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos elabora el denominado Atlas Quimera con toda la información disponible contra el terrorismo, y los indocumentados, cerca de ocho millones, la mitad mexicanos, son sujetos a una intensa investigación. Proclamando haber sido engañada por su proveedor, ChoicePoint devolvió los discos del padrón a la PGR, no sin antes, según las sospechas, efectuar una copia.

La compañía ChoicePoint también compró información en otros nueve países de América Latina

El escamoteo de las fichas del Registro Nacional de Población, revelado hace apenas dos meses, desasosiega, alarma o dispara la imaginación. Peligra la seguridad nacional, advierten algunos políticos. "Es un hecho que los ejércitos más modernos ahora realizan primero un ataque informático. Somos absolutamente vulnerables al borrado o alteración de estos datos", reaccionó Jorge Carlos Ramírez, segundo coordinador del grupo de diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), primero de la oposición. "Podría llevar a una situación caótica de desorden, de pérdida de datos personales valiosos, de alteración de documentos. No sólo es un asunto electoral".

Entre los años 2001 y 2002, ChoicePoint compró los nombres, fecha de nacimiento, dirección y teléfono de los vecinos mexicanos a las compañías privadas de mercadeo Bases de Datos Especializadas, cerrada el pasado año, y Soluciones Mercadológicas, dada de alta por la persona que dirigía la primera. Su gerente, Jorge López, también es investigado. La compra se hizo de acuerdo con la ley mexicana y con el propósito de facilitar la verificación de identidades entre los inmigrantes, y sin incluir las fotos o huellas dactilares, según Chuk Jones, uno de sus portavoces. Otras fuentes señalan que se aportó también el tipo de sangre y detalles sobre pago de impuestos. A la espera de las averiguaciones acerca del número de fichas en poder de los cuerpos de seguridad norteamericanos, no se descarta que fuera el padrón electoral completo.

Juan López Bedoya trabajó durante 15 años con Vanguardia Informática, que prestaba servicios al RENAPO. "El señor sabía exactamente lo que vendió porque es un hombre del medio de cómputo informático. No es una persona improvisada. No era una secretaria a la que un día le dijeron: 'Agarra eso", acusó Mario Espinosa, inspector del Instituto Federal Electoral (IFE), encargado de monitorear las elecciones mexicanas. "No es ningún chivo expiatorio. Es un delincuente". Dos supuestos cómplices de la rocambolesca operación han sido identificados por el IFE, cuyas pesquisas prosigue la Fiscalía General.

Cerca de 4.000 funcionarios electorales de los 32 Estados mexicanos pueden consultar los datos del padrón, pero no compartirlos con gente ajena a los procesos electorales. La justicia mexicana pidió ayuda a la secretaría (ministerio) de Relaciones Exteriores para esclarecer los hechos con las autoridades norteamericanas. El escándalo revela la precariedad del resguardo de la privacidad de los registros oficiales de México y de otras nueve naciones de América Latina, en las que ChoicePoint también compró información.

Esa compañía es el principal proveedor privado del Gobierno con más de 10.000 millones de datos sobre individuos y empresas nacionales y extranjeras. Verifica el ADN de las víctimas del 11-S y ayudó en la batida contra los francotiradores de Washington el año pasado. "Si usted está localizando a un sospechoso o a un prófugo, identificando o verificando bienes, investigando un fraude o necesita un expediente público de un tribunal, ChoicePoint Online le dará resultados", anima el sitio para empleados gubernamentales.

Multitudinaria concentración zapatista, en marzo de 2001, en la plaza del Zócalo de la capital mexicana.
Multitudinaria concentración zapatista, en marzo de 2001, en la plaza del Zócalo de la capital mexicana.AP

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