Confirman casos de canibalismo en las luchas tribales de Congo
Religiosos sobre el terreno y supervivientes de alguna de las últimas matanzas ocurridas en la provincia de Ituri, al noreste de la República Democrática del Congo y fronteriza con Uganda, confirman la existencia de casos de canibalismo durante los enfrentamientos tribales que han costado la vida desde el 7 de mayo a más de un centenar de personas. El sacerdote belga Joseph Deneckere, que reside en territorio congoleño desde los años setenta, dijo que las creencias supersticiosas, el odio y las venganzas étnicas contribuyen a la práctica del canibalismo.
Los supervivientes de las matanzas aseguraron que milicianos de la etnia lendu arrancan las vísceras de sus víctimas para comérselas crudas, lo que, según sus ritos, les hace inmunes a las balas y les transmite la valentía de su enemigo. Algo similar hace una facción disidente de los hema, que lidera un tal Jerome Kakawavu, según los mismos testimonios.
El representante especial de la ONU en Congo, Amos Namanga Ngongi, afirmó que la Misión Observadora de Naciones Unidas (Monuc) "toma muy seriamente esas informaciones" y llevará adelante las investigaciones sobre los casos de canibalismo ocurridos.
Tras hallar el domingo los cuerpos decapitados de dos observadores militares de la Monuc de nacionalidad jordana y nigeriana, el portavoz de la organización en Kinshasa, Hamadun Ture, explicó que habían sido "salvajemente asesinados". Sus cadáveres, que fueron encontrados enterrados en la ciudad de Mongbwalu, una población cercana a Bunia, fueron, según informes no oficiales, víctimas de canibalismo. Esto lo confirman los persistentes rumores en la zona, y en el mismo seno de la Monuc, de que "sus cadáveres presentaban horribles mutilaciones".
Disputas por tierra y ganado
Durante décadas, los lendu, etnia mayoritaria, y los hema, minoritarios pero que controlan el poder económico, han estado enzarzados en disputas por cuestiones de tierras y de propiedad de ganados. El antagonismo se vio exacerbado desde que en 1998 estalló la guerra civil en el país, ya que grupos rebeldes y tropas extranjeras armaron y reclutaron a las milicias tribales.
De otra parte, ayer llegó a Congo una misión de reconocimiento del Ejército francés para preparar un eventual desplazamiento de una fuerza internacional de la ONU en la región de Ituri, sumida en enfrentamientos tribales desde la retirada de las tropas ugandesas. El contingente francés que prepara la llegada a más tropas está compuesto por nueve infantes de marina que deberán, entre otras cosas, evaluar el estado de la pista del aeropuerto de Bunia.
El Consejo de Seguridad de la ONU había avalado recientemente un llamamiento del secretario general, Kofi Annan, que pedía a los Estados miembros su participación en una operación militar de urgencia en Ituri, donde la violencia interétnica ha dejado desde 1999 alrededor de 50.000 muertos y 500.000 desplazados.
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