El dibujo de la futura Euskadi
Los tres territorios activan planes para regenerar sus zonas deprimidas y relanzar la economía
Euskadi ya cuenta con un plan. O mejor dicho, tiene 15. Para conocer hacia qué dirección tiene que ir la comunidad autónoma, en qué sectores debe crecer, qué aspectos se deben potenciar, el territorio se ha dividido en áreas funcionales y cada una de ellas tiene su propio plan de desarrollo. Bilbao ya se mueve alrededor de la ría del Nervión, pero todavía quedan por comprobar nuevas transformaciones. Vitoria ha apostado por el aeropuerto de Foronda y el negocio de la logística. San Sebastián y su área de influencia quieren regenerar el puerto de Pasajes. Mondragón aspira a convertirse en la cuarta capital vasca. Así hasta un total de 15 zonas de la comunidad autónoma. Casi todas ellas disponen de un dibujo que indica qué quieren ser en un futuro no muy lejano.
El puerto de Pasajes, Foronda y la Ría de Bilbao son los puntos de referencia
Estos proyectos tienen un nombre común, Plan Territorial Parcial, o de forma abreviada PTP. Después de años de estudios encargados a especialistas en urbanismo y planificación, el País Vasco ya ha avanzado los documentos, unos textos cuya puesta defiunitiva en marcha precisa del consenso entre el Gobierno, las tres diputaciones y los ayuntamientos implicados. Estos últimos han sido los más reticentes, por miedo a perder su autonomía municipal o porque, desde instancias superiores, les han recortado en algunas ocasiones el crecimiento -generalmente residencial- que habían previsto.
Redactar el plan del Bilbao Metropolitano, una zona donde vive casi la mitad de la población vasca, ha resultado tremendamente complejo. Comenzó a gestarse hace ya 14 años, y no se ha cerrado hasta hace apenas dos meses. En este caso se ha optado por configurar la ría del Nervión como eje. Esta elección ya salta a la vista, pero todavía quedan unas cuantas transformaciones por completar, aguas abajo. Y, además, se ha introducido una novedad: se apuesta por eliminar viviendas unifamiliares, "el concepto de chalet", en favor de una urbanización más densa. Getxo es el mayor ejemplo. En esta localidad se pretende triplicar la densidad actual de la población. También se busca sustituir el tren entre Santurtzi y Bilbao por la construcción de un tranvía. El proyecto, actualmente en fase de alegaciones, se aprobará en un año y tendrá vigencia hasta el año 2018.
El área funcional de Vitoria, la más amplia en extensión, afecta a un total de 32 ayuntamientos y pivotará en torno al aeropuerto de Foronda. La industria aeronáutica, la de carga y el futuro polígono de Rivabellosa (junto a Miranda de Ebro), dedicado a la logística, tendrán un peso importante en la economía del lugar, bautizado como Arco de la Innovación. Eso sí, se ha recortado el crecimiento previsto originalmente alrededor de la N-I. Vitoria seguirá aglutinando a la mayoría de la población alavesa, y de forma concéntrica.
En Guipúzcoa, hay dos focos. Por un lado, San Sebastián y su entorno se extenderán en un futuro "a largo plazo" hasta los límites de Zarautz. Así, el área metropolitana de la capital guipuzcoana comprenderá desde Hondarribia hasta Zumaia. Hay, además, un reto crucial: la regeneración del entorno de Pasajes y "un vuelco" en el valor urbanístico de la bahía. Para ello, es necesario especializar y mejorar la actividad del puerto.
El segundo punto importante en Guipúzcoa lo representa el Alto Deba, donde se pretende convertir a Mondragón en "la cuarta capital vasca", según los diseñadores su PTP. Para ello, la ciudad de las cooperativas debe formar con sus vecinas Bergara y Oñati una "conurbación" parecida a la eurociudad vasca Bayona-San Sebastián, sin necesidad de fusionarse administrativamente, pero sí creciendo desde los 63.000 habitantes actuales hasta los 75.000 en un plazo de unos 15 años.
Otras comarcas tienen aspiraciones menos elevadas, pero que pueden transformar su economía. La Rioja Alavesa apuesta por la diversificación, y no depender sólo del vino. Para ello está potenciando el turismo. El Goierri busca un eje industrial paralelo a la carretera Beasain-Durango y desarrollar las posibilidades de sus parques naturales. El Valle de Ayala quiere mirar de cara al Nervión, mediante un paseo que regenere la zona. Los planes de otras comarcas, como las de Igorre, Gernika o Balmaseda, se encuentran todavía en fase de redacción.
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